Una delegación oficial nombrada por el presidente Hamid Karzai denunció ayer que una «unidad» de las fuerzas ocupantes mató a diez civiles, entre ellos ocho escolares. El ataque ocurrió el pasado sábado cuando «una unidad de las fuerzas internacionales bajó de un avión en el distrito de Narang, en la provincia de Kunar, y sacó a diez personas de tres casas, ocho de ellas escolares, y las mató a balazos. Una de estas personas era un invitado, el resto pertenecía a la misma familia», explicó Asadullah Wafa, jefe de los investigadores afganos.

El director de la escuela confirmó a Wafa la identidad de los alumnos, de entre doce y catorce años. «No pueden ser de Al-Qaeda. Yo confirmo que eran personas inocentes muertas por equivocación», resaltó el responsable de la investigación.

El lunes, Karzai habló personalmente con el padre y el tío de los escolares. «Les prometió que el Gobierno investigará seriamente este hecho y que actuará conforme la ley», indicó la Presidencia afgana. Ese día ordenó la apertura de una investigación, que ha estado al cargo de una delegación formada por altos cargos de la Comisión de Quejas y de los ministerios de Defensa e Interior.

La OTAN negó las conclusiones de este informe. «Los milicianos dispararon contra las fuerzas de la ISAF y del Ejército afgano desde varios edificios. Éstas encontraron fusiles de asalto, municiones y nitrato de amonio, utilizado para la fabricación de bombas. Mataron a nueve personas en un acto de defensa personal», argumentó en un comunicado.

Por contra, un alto oficial occidental que pidió mantener el anonimato aseguró a AFP que el operativo fue llevado a cabo por fuerzas especiales de EEUU.

Las protestas contra la presencia de soldados de la OTAN se han multiplicado en el país asiático. El lunes, varios diputados, entre ellos el representante de Kunar, abandonaron la sede del Parlamento para denunciar esta nueva operación militar.

Según un informe de la ONU, 1.500 civiles perdieron la vida en los primeros ocho meses de 2009, un 23% en acciones de las fuerzas ocupantes y afganas, sobre todo en bombardeos. El 8 de diciembre, Karzai condenó la muerte de «seis civiles inocentes» en una operación de la OTAN en el este del país.

El 4 de setiembre, un ataque aéreo ordenado por el mando alemán en la provincia de Kunduz acabó con la vida de 142 personas, decenas de ellas civiles, lo que desató una agria polémica en Afganistán y Alemania. El ex ministro de Defensa alemán Franz Josef Jung tuvo que dejar su cargo al frente del Ministerio de Trabajo por ocultar información. Previamente lo hicieron el jefe del Estado Mayor del Ejército, Wolfgang Schneiderhan, y el secretario de Estado de Defensa, Peter Wichert.