El Tribunal Supremo español ha anulado definitivamente el Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal para la Gestión de Residuos Urbanos en Arazuri y Gongora, promovido por la Mancomunidad de Iruñerria, en lo que respecta al emplazamiento de una planta de biometanización de basuras en el valle de Aranguren.

El fallo, hecho público hace pocos días, se une a otra sentencia que ya había anulado el PSIS, pero sólo en cuanto a las instalaciones y actividades previstas para el emplazamiento de la planta. La decisión del Supremo hace suyos los argumentos de los opositores al proyecto considerando que la actividad de la planta «no sólo resultaría molesta», sino que también expondría a las personas ante actividades «insalubres y nocivas».

El fallo censura al Gobierno foral al anular el PSIS, además de la Declaración de Impacto Ambiental que lo autorizó y que había sido dictada por el Director General de Medio Ambiente.

«Va mucho más allá»

José Luis Beaumont, del despacho de abogados que ha dirigido los procesos judiciales, declaró en una nota que el fallo «no sólo se limita a dar carpetazo» definitivo a las pretensiones del Gobierno de Nafarroa y a la Mancomunidad, sino que «va mucho más allá».

Beaumont considera importante la decisión del Supremo, ya que «recuerda a las administraciones que las normas de protección ambiental están para cumplirse». «Aunque las normas cambien y evolucionen, no se puede deducir ni de lejos que pueda emplazarse ningún proyecto y realizarse cualquier actividad en cualquier lugar», explica uno de los abogados que ha seguido el caso.