El año empieza con un examen para el Athletic. También para su rival que, como la escuadra rojiblanca, quiere medir la dimensión de sus aspiraciones. Los bilbainos coinciden en que el mes de enero definirá dónde se sitúa su campo de batalla esta temporada y una victoria en el Ono Estadi inclinará la balanza significativamente, no en vano les situará en la sexta plaza.

A la espera de cómo hayan sentado las vacaciones en el equipo, la trayectoria anterior al parón invita al optimismo. No sólo por los resultados, que evidentemente son los que le permiten plantarse en Mallorca aspirando a posiciones europeas, sino por el juego y las sensaciones que viene ofreciendo el Athletic más sólido de los últimos tiempos.

El convencimiento y la confianza de los que, semana tras semana, habla Joaquín Caparrós desde su llegada a Bilbo, parecen haber calado por fin en un equipo que salta siempre al campo sabiendo que puede ganar. Y eso se ha reflejado, bien en triunfos arrolladores, bien -más importante aún, teniendo en cuenta los precedentes- en la capacidad de los rojiblancos para hacer frente, y en muchos casos voltear, situaciones adversas. El resultado son sus 26 puntos, la clasificación europea o las dos únicas derrotas -ante dos equipazos como Valencia y Werder- que ha cosechado en sus últimos once encuentros oficiales. O las tres victorias consecutivas -cuatro, si se añade la visita europea al Austria- que ha enlazado en sus últimos desplazamientos.

Un dato especialmente significativo de cara al encuentro de esta tarde, teniendo en cuenta que es una racha similar la que pone freno al optimismo rojiblanco de cara a esta primera jornada de 2010. Similar, aunque opuesta, y en manos del rival que, junto a Barcelona y Real Madrid, es el único equipo de la categoría que cuenta por victorias todos sus compromisos como local. De ahí que el Mallorca ocupe ahora mismo esa sexta plaza a la que aspira el Athletic.

Las únicas dudas que se pueden asomar por uno y otro bando también son similares. Las generan la buena trayectoria del rival y también el hecho de que sus propias rachas se hayan cimentado a costa de equipos de la parte baja de la clasificación. Los 21 puntos que ha sumado el Mallorca como local y los 13 que ha cosechado el Athletic en sus viajes han tenido exactamente las mismas víctimas y de ellas, sólo el Getafe se sitúa en la mitad superior de la clasificación. El choque del Ono Estadi es, en definitiva, un examen para ambos en todos los sentidos.

Pocos cambios

El Athletic lo afrontará, salvo sorpresa, con las novedades justas: cumplido su castigo, regresarán al once Amorebieta y Susaeta, en detrimento de Ustaritz y del sancionado Toquero.

Junto a ellos, vuelven a la convocatoria Joseba Etxeberria y Koikili, mientras se caen de la lista Etxeita, Díaz de Cerio y el defensa del filial Xabi Galán. Tampoco viaja David López, aquejado de una gastroenteritis.

Por parte del Mallorca, los principales problemas pasan por la zaga -uno de sus puntos fuertes en el Ono Estadi, donde apenas ha encajado tres goles en siete partidos-, donde pierde a sus dos centrales titulares. Goyo Manzano apostará por alinear a Rubén y Josemi por Iván Ramis, lesionado en el último partido, y el sancionado Nunes, respectivamente.