«Es igual que duren un minuto que tres, hay que hacer buenas canciones» Haize freskoa sar dadila
Tras su paso por Ajuria Enea, Aitor Ibarretxe, Asier Agirre, Txema Garaikoetxea y Potxeta Ardanza decidieron pasarse al punk y crear Lendakaris Muertos, hace ahora un lustro. Tras una maqueta sorprendente y tres discos spéedicos de estudio, los iruindarras han publicado “Directo a los guevos”.
Anartz BILBAO |
Son muchos los brillantes lemas punk que en apenas un lustro y tres trabajos discográficos, todos ellos en Gor, los Lendakaris Muertos han popularizado, siguiendo la estela de Dead Kennedys. El póker de lehendakaris iruindarra ha presentado recientemente «Directo a los güevos», CD/DVD compuesto de 39 temas con una velocidad de vértigo, grabado en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz el 23 y el 24 de octubre pasado, «fiel reflejo de lo que es una actuación de los Lendakaris Muertos».
Tras su paso por Guadalajara y Toledo, hablamos reposadamente de la banda que hoy actúa en Bilbo y mañana en Ponferrada, con el guitarrista Asier Agirre y el bajista Txema Garaikoetxea.
Tras cinco años y tres discos, un directo. ¿Por qué ahora?
Por nada especial, sino porque nos apetecía grabar y porque estábamos en un buen momento de directo, sin más misterio. En cuanto al emplazamiento, elegimos Gasteiz porque está cerca y para la logística era lo mejor.
Un directo que acelera aún más unos temas rápidos de por sí.
Siempre hemos acelerado bastante los temas en directo. Cuando escuchamos los dos primeros discos, por ejemplo, nos parecen que van muy lentos, se nos hacen raros.
Tocando en directo a veces tenemos la sensación que los hemos tocado lentos y, al grabarlos y escucharlos, te das cuenta de que, aunque al tocar no lo percibas, vamos a toda leche.
Sus canciones siguen la estructura simple del punk.
Procuramos quitar la paja de las canciones, que no tienen ni intro ni punteos ni cosas raras. Cuando no sabemos por donde tirar con una la acabámos y ya está, porque tampoco hace falta darle muchas vueltas.
De hecho, nuestras canciones son siempre muy parecidas, entra la voz con una estrofa y luego van los coros, como mucho un puente a los coros y se vuelve a repetir desde el principio. Después intentas hacer algo diferente, pero casi todas son así.
... y rara vez exceden de los dos minutos.
Nuestras canciones son muy simples, pero siempre que dicen que el punk lo puede tocar cualquiera... hay que matizar. Con un mínimo se puede tocar, pero hay que seguir el ritmo, no salirte del tiempo... Lo que hay que hacer es buenas canciones, es igual que duren un minuto que tres, tienen que ser buenas canciones. Además, casi todos los discos míticos de punk están bien tocados. El de Sex Pistols, por ejemplo, suena que te cagas.
Habrá que ensayar mucho para tocar tan rápido.
La verdad es que no ensayamos mucho, más bien tirando a poco. Para grabar el directo, que planteamos como un concierto más, ensayamos dos días tras un mes sin hacerlo, en los que hicimos el repertorio tal cual un par de veces.
Pero recuperaron temas que habían dejado de tocar.
Si, el «Dame punk y dime tonto» lo tocábamos desde el principio pero la última temporada dejamos de tocarlo y nos la estaban pidiendo. Para empezar el concierto quedó bastante bien. Y tanto «Lendakaris Muertos» como «Gafas de pasta» hacía mogollón que no las tocábamos. La segunda nos la pedían bastante y la primera era la única que no estaba grabada tras la maqueta . En el primer disco la grabamos entera menos dos temas; «Das por Cool» era uno de ellos, que grabamos en el segundo, por lo que «Lendakaris Muertos» era la única que nos quedaba sin grabar.
¿La singularidad de la banda está en sus ingeniosas letras?
Está claro, porque lo que es la música, hay un montón de bandas que hacen lo mismo y, aunque esté bien tocada, no es nada que no se haya hecho antes.
Las letras salen de manera bastante espontánea. Con una idea principal, un tema, haces la frase del coro, que normalmente suele ser el título de la canción, y al ensayar en la bajera se termina la letra allí. Al principio además, tras un primer bloque de letra lo repetíamos con la intención de finalizarla al ir a grabarla, pero como no lo hacíamos nos quedamos con la costumbre -casi todas son así- de volver a repetir el mismo bloque, sobre todo por pereza.
¿Por lo tanto, la composición de los temas no finaliza hasta que se graban?
Igual que hicimos con la maqueta, solemos contratar el estudio y una vez atadas las fechas comenzamos con los temas. Si es a tres meses vista, sabes que tienes que grabar el disco y te pones las pilas, porque si dices voy a grabar un disco, te puedes pasar un año sin hacer nada, tal y como sucedía en nuestros anteriores grupos, que no funcionaban porque no te ponías unas metas.
Creo que esta es una buena fórmula, aunque puede resultar bastante estresante, te pones las pilas y suena todo mucho más fresco.
¿Tienen fecha encargada para el estudio?
No, aún no. ¡Acabamos de salir de uno!
El directo se acompaña de un DVD, editado por... ¡el propio Ibarretxe!
Siempre hemos querido hacer todo lo posible nosotros. Grabar no porque no sabemos, ni editarlo, porque tampoco sabemos. Pero siempre hemos hecho los diseños, y Aitor se ha encargado, en este último, de la edición del DVD pues no es lo mismo que te lo haga alguien a hacerlo tú.
Lendakaris Muertos es sin duda una banda de directo.
Hemos intentado que el disco suene directo, donde nuestra música gana bastante, porque aparte del espectáculo, que hace Aitor (Ibarretxe) sobre todo, hay interración con la gente, desmadre. Además, el público se lo curra mucho en los conciertos, la gente se disfraza... Es señal de que al final la gente hace suyas las canciones y de que una vez las grabas ya no son sólo tuyas. Por ejemplo, con la del «Oso panda», te aparecen tres disfrazados, otro con una careta y con un montón de muñecos...
Sin embargo, actúan más fuera que en Euskal Herria.
Depende de qué zona. Por aquí (Bilbo y alrededores) hemos tocado mogollón, pero en casa (Iruñea) no tocamos nada. Luego, en casa algunas élites nos han intentado reventar los conciertos, por lo que pasamos de tocar.
¿Es similar la reacción del público dentro y fuera de Euskal Herria?
Es prácticamente igual, y la gente se sabe las letras, pues están al tanto de lo que pasa aquí. Muchos tienen vasquitis, y son más vascos que los vascos.
Además, últimamente se nota mogollón que llegamos a más gente y en estos cinco años la cosa a ido a más, ¡ha subido nuestra popularidad!.
La provocación política que Lendakaris Muertos destila en sus críticas e irónicas canciones, caso de «Veteranos de la kale borroka» o «Gora España» han hecho que la banda pusiera en jaque a todo el espectro político de izquierda a derecha.
Tras estar con la mosca detrás de la oreja, «la gente, la mayoría, pilla el mensaje», según Txema Garaikoetxea, aunque siempre hay alguno que no lo pilla o mejor «no quiere pillarlo», subraya Asier Agirre, para quien «hay gente que se lo quiere tomar más en serio de lo que es, y no hace falta más que un gilipollas para reventar un concierto». De todas formas, «aunque te puedes quedar con la parte negativa, preferimos quedarnos con la positiva, el 99% de todos estos años», coinciden.
Como anécdota, los Lehendakaris, perseguidos también por la AVT, que mandó toda una colección de cartas a los promotores de sus conciertos, relatan lo sucedido en Soria, donde estuvieron varios días en primera página de un periódico regional. «Toda la parte vieja de la ciudad estaba llena de carteles con nuestras letras -tenemos alguno por ahí-», cuenta Agirre, en las que ponía: «¿Te gustan estas letras?, a nosotros tampoco. Juventudes del PP». «Fuimos acojonados, pensando que igual nos estarían esperando. Además, pusieron a los municipales de seguridad en la plaza de toros», ríen divertidos, pero «luego no pasó nada». ¿Y por la parte abertzale?: «Hace bastante que no tenemos problemas, aunque siempre hay alguno que te manda algún correo pregntando si somos fachas», relatan los lehendakaris, y al comentarles que parece que no les preocupe mucho que se les cuestione su ideología, «a mí que me llamen facha me jode», replica raudo Garaikoetxea. A.B.