introducción de los escáneres corporales
Carrera en el seno de la UE por un mayor control en los aeropuertos
A falta de un consenso común, cada Estado de la Unión Europea está tomando sus propias decisiones en cuanto a la instalación de los escáneres corporales que desnudan al viajero y visualizan si lleva algo en su interior. El aeropuerto londinense de Heathrow los comenzará a aplicar seguramente a finales de mes. Italia lo hará en dos o tres meses, mientras que el de Amsterdam ha optado por emplear otro tipo de escáner algo menos intimidatorio para el pasajero.
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Los expertos en seguridad aérea de los países de la Unión Europea, reunidos ayer por la tarde en Bruselas, apoyaron la necesidad de tener un «enfoque europeo» sobre el uso de los escáneres corporales completos. El comisario de Transportes, Antonio Tajani, defendió la creación de una normativa común. «Es mejor tener un reglamento europeo en lugar de dejar a cada Estado miembro decidir cómo pueden hacerlo, si utilizan o no escáneres corporales. Porque el riesgo es que un país los use y otro no. Creo que es mejor tener un sistema europeo», incidió en rueda de prensa.
«Si no hay problemas en lo que se refiere a la libertad de los ciudadanos o a la salud, no excluyo que la nueva Comisión pueda presentar algo sobre los escáneres corporales completos», añadió. Dejó claro también que para que prospere una directiva común es necesario el acuerdo de los estados miembro y del Parlamento.
El año pasado, Bruselas abandonó la idea de generalizar estos escáneres en los aeropuertos de la UE, después de que el Parlamento de Estrasburgo pusiera en duda las consecuencias de su uso tanto para la salud como para la privacidad de los pasajeros. «Necesitamos medidas suplementarias para ver si esta tecnología es segura y compatible con la legislación europea existente», subrayó entonces la portavoz del Ejecutivo Barbara Helfferich. Pese a su cautela, la Comisión admitió que «ninguna regla europea impide a los estados miembro instalar escáneres corporales».
A falta de un consenso global, cada estado de la UE está tomando sus propias decisiones, adelantándose una vez más a las directrices de Bruselas.
Londres, pionero
El primer ministro británico, Gordon Brown, fue uno de los primeros en anunciar la implantación de estos escáneres en todos los aeropuertos de Gran Bretaña.
En una entrevista a la cadena BBC, alegó que había que actuar con «rapidez» tras la detención en pleno vuelo del nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, acusado de intentar hacer estallar a las afueras de Detroit el avión de la compañía Northwest Airlines que había partido del aeropuerto de Amsterdam.
El de Heathrow, el de mayor tráfico aéreo en Europa, será el pionero, donde a finales de mes entrarán en funcionamiento.
Donde ya los están aplicando pero de forma experimental es en el aeropuerto de Mánchester. El escáner corporal está operativo desde el pasado mes de octubre para quienes quieran pasar por él de manera voluntaria. Los menores de 18 años están excluidos, tras la advertencia de la organización Acción por los Derechos de los Niños, que subrayó que podrían vulnerar la ley para la protección de menores, aprobada en 1978.
El Gobierno también ha recibido peticiones de grupos defensores de las libertades civiles para impedir que las imágenes, especialmente de gente famosa, no acaben en internet.
Los pasajeros se colocan en medio de dos bloques negros que conforman el aparato y durante siete segundos deben permanecer de pie con las manos en la sien. Los rayos penetran hasta cuatro milímetros bajo la piel, dejando a la vista todos los objetos que puedan llevar en los bolsillos o, incluso, en el cuerpo.
La imagen en tres dimensiones es enviada a un operador instalado en otra parte del aeropuerto, de tal forma que ningún empleado pueda ver al mismo tiempo al pasajero y la radiografía de su cuerpo desnudo. En teoría, todas estas imágenes se destruyen tan pronto como la persona pasa el control.
«La gente puede pensar que es como fotografiar a alguien desnudo. Pero, no es verdad. Hemos introducido este equipo para aumentar la confianza de nuestros pasajeros y para que no tengan ninguna preocupación. Además, agiliza los tiempos de espera. El proceso empleado hasta ahora puede llevar mucho más tiempo», alegó John Greenway, responsable de prensa del aeropuerto.
Desde que empezaron a utilizarlo, cerca de 500 personas se han sometido a él. «Si empezamos a tomar esto como algo normal, ¿hasta dónde vamos a llegar? No estoy de acuerdo con la imposición de estos escáneres. Deberían ser opcionales», comentaba Scott, de 38 años.
Por contra, Charlotte, estudiante alemana de 21 años, no veía ningún problema en su utilización porque «todo seguirá siendo confidencial. Una exploración manual es mucho más intrusiva e intimidatoria que una simple fotografía de tu cuerpo sobre una pantalla».
En Holanda, una realidad
El aeropuerto de Amsterdam-Schiphol ya cuenta con 15 escáneres por microondas. El Gobierno piensa comprar otros 60.
Si bien pueden detectar objetos extraños en el cuerpo y los que se hallan escondidos bajo la ropa, no son tan potentes como los que permiten ver a los pasajeros prácticamente desnudos y revelan los objetos tragados o escondidos en el interior.
Las autoridades del aeropuerto explicaron que no quieren usar este último tipo de escáneres por motivos de salud.
El director de seguridad del Grupo Schiphol, Ron Louwerse, advirtió que ningún sistema es infalible. «No se puede garantizar al cien por cien que le habríamos pillado», dijo en referencia a Abdulmutallab.
En Italia, en tres aeropuertos
Italia introducirá los escáneres corporales enteros de modo experimental en los aeropuertos de Roma, Milán y Venecia en los próximos dos o tres meses. El ministro de Interior, Roberto Maroni, anunció esta medida al término de una reunión con el presidente del Ente Nacional de Aviación Civil Italiana (ENAC), Vito Reggio, y el titular de Infraestructuras, Altero Matteoli.
«El derecho a la vida es una prioridad frente a cualquier otra cuestión», declaró en respuesta a las críticas.
El Ejecutivo de Silvio Berlusconi pedirá formalmente a los demás países de la UE que adopten esta medida en sus aeropuertos con ocasión de la reunión informal de ministros de Interior que se celebrará el próximo día 21 en Toledo.
El Estado español, a la espera
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, precisó que el Estado español no introducirá los escáneres corporales hasta que no haya una decisión unánime de la UE.
«En cuanto haya una decisión europea, tomaremos las medidas que consideremos oportunas», manifestó. Indicó que la presidencia española de la UE incluirá esta cuestión la próxima reunión de ministros de Justicia e Interior.
Bélgica y Alemania, reticentes
El secretario belga para el Transporte, Etiennne Schouppe, describió el refuerzo de medidas como «excesivo», destacando que las normas actuales son «suficientemente estrictas».
Por su parte, Stefan Paris, ministro de Interior alemán, consideró que antes de usarlos se deben cambiar las normas de seguridad en los vuelos. En su opinión, «la mayoría de estados de la UE han de acceder a que eso forme parte de la política de la Unión».
Alemania pone tres condiciones antes de instalar estos escáneres: los aparatos han de garantizar un mayor incremento de la seguridad, no deben suponer un peligro para la salud y tampoco deben dañar los derechos de privacidad.
El «ensayo» de Eslovaquia
Por otra parte, el Gobierno eslovaco tuvo que pedir disculpas a Irlanda después de que la Policía colocara explosivos en el equipaje de un pasajero, sin el conocimiento de éste, en una prueba para detectar bombas. El viajero voló a Dublín y tres días después, la Policía irlandesa recogió la carga explosiva avisada por las autoridades eslovacas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asumió ayer su responsabilidad por el intento de atentado del día de Navidad en un avión que volaba de Amsterdam a Detroit y anunció cambios para mejorar los servicios de inteligencia y los sistemas de registro en los aeropuertos. «Expandiremos el uso de sistemas de detección, incluyendo tecnología con imágenes», adelantó.
Subrayó que los servicios de inteligencia fallaron a la hora de «atar los cabos» e impedir que el joven Umar Farouk Abdulmutallab abordara con explosivos en su ropa interior un vuelo que cubría la ruta entre ambas ciudades.
Durante su breve comparecencia en la Casa Blanca, que ayer se aplazó dos veces, dijo que la comunidad de inteligencia había recabado información sobre la filial de Al Qaeda en Yemen, pero los responsables de inteligencia no dieron prioridad a cierta información «relacionada con un posible ataque contra» Estados Unidos.
Apuntó que eso impidió llegar a la conclusión de que Abdulmutallab estaba planeando un ataque y que su nombre se incluyera en la lista de personas a las que no se permite volar dentro de EEUU y hacia este país.
«En lugar de un fallo a la hora de recolectar o compartir información de inteligencia, éste fue un fallo a la hora de conectar y entender la (información de) inteligencia que ya teníamos», añadió.
«En última instancia la responsabilidad es mía», declaró parafraseando el famoso lema del presidente Harry Truman. Por otra parte, Al Qaeda reivindicó ayer el ataque contra la cúpula de la CIA en la provincia afgana de Jost. El atentado se produjo en el interior de la Base Chapman de Operaciones Avanzadas, un complejo muy fortificado cerca de Pakistán. Los agentes de la CIA supervisaban los ataques contra objetivos talibán y de Al Qaeda en la frontera entre Afganistán y Pakistán.
El doble agente jordano Humam Jalil Abu Mulal Al Balawi se hizo volar matando a siete espías en el ataque más sangriento contra la CIA desde 1983, cuando ocho agentes murieron en un atentado con bomba contra la Embajada de EEUU en Beirut.
El líder de Al Qaeda en Afganistán, Mustafá Abul Yazid, subrayó en un comunicado colgado en internet que «hizo detonar su cinturón de explosivos». GARA