«Es normal que se me exija, yo soy el primero que lo hace»
Jugador del Athletic
Ernesto Valverde le hizo debutar el 16 de enero de 2005, con sólo 19 años y muchas esperanzas depositadas en él. Tantas, que sus primeros años en el Athletic fueron complicados. Pero las expectativas han empezado a cumplirse. Fernando Llorente ya es el «hombre-gol» del Athletic y el sábado espera ratificarlo ante el Real Madrid, celebrar su quinto aniversario en rojiblanco como más le gusta, marcando.
Amaia U. LASAGABASTER
El sábado se cumplirán cinco años de su debut con el primer equipo rojiblanco. Un día «muy bonito e inolvidable» que Fernando Llorente espera celebrar ante el Real Madrid «con victoria, haciendo un gran partido y marcando. Por pedir, lo pido todo».
¿Ha cambiado mucho en estos cinco años? ¿O todavía es demasiado joven para hablar así?
Bueno, cinco años no son muchos y con 24 años tampoco puedo decir que soy viejo, pero claro que han cambiado muchísimo las cosas. Entonces era un chaval que venía del filial y ahora sobre todo tengo más experiencia, pero incluso mi rol dentro del equipo ha cambiado.
¿Hasta qué punto se han cumplido las expectativas que tenía cuando debutó?
Yo creo que en estos tres últimos años sí se han empezado a cumplir los objetivos que tenía. La progresión ha ido año a año, pero sobre todo en estas tres últimas temporadas he ido creciendo y mejorando como jugador, que al final es en lo que hay que pensar. Y espero seguir así de aquí en adelante, mejorando, sin estancarme.
Tres días después de su debut se estrenó como goleador, con un hat-trick nada menos.
Fue muy bonito. Si ya el debut fue algo increíble, poder hacer un hat-trick enseguida fue muy bonito. Todavía era mi segundo partido, además en Copa, que es una competición que nos gusta tanto aquí... Aunque fuera contra un equipo de Segunda B fue muy muy especial. Y curiosamente es el único hat-trick que hecho en el Athletic, así que casi tengo una espinita clavada, porque me encantaría volver a hacer alguno.
Es difícil imaginar una manera mejor de debutar. Pero también tiene su vertiente peligrosa, sobre todo a esas edades. Uno puede creer que va a comerse el mundo y no siempre es así.
Es verdad. Casi no te das cuenta mientras está pasando, pero de repente te cambia la vida y tienes que asimilarlo todo muy rápido. Y aunque no siempre es fácil, tienes que intentar tener los pies en el suelo, no creerte nada del otro mundo porque hacer algo bien un domingo no vale para nada; tienes que seguir semana a semana, sin dormirte, siempre intentando mejorar. Si te duermes y dejas de rendir como debes, te vuelven a bajar enseguida al suelo del que venías, así que no es bueno subir demasiado.
El peligro no está sólo en uno mismo. Usted puso el listón muy alto el primer día y eso quizá hizo que los años malos resultaran más duros por las expectativas que había creado.
Es que no sólo fueron esos dos partidos, esa media temporada en general fue muy buena, porque contaba con la confianza de Valverde, que me hizo debutar y además me metía en partidos importantes. Después todo cambió, todos pasamos un par de años muy duros. Y con el equipo con problemas tampoco era fácil para el entrenador confiar en un chaval joven, habiendo jugadores con la experiencia que había.
Las críticas le llovieron en algunos momentos. ¿Llegó a sentirse dolido, maltratado?
Es verdad que fueron momentos duros, nada fáciles. Recuerdo alguna pitada importante..., son momentos difíciles de asimilar. Pero una vez que han pasado reflexionas y te das cuenta de que también te han ayudado a crecer. Al final sólo era que la gente creía que podía dar mucho y lo exigía.
Afortunadamente, sus números han mejorado de forma exponencial y también han mejorado las críticas. Pero esa exigencia también ha crecido, es de los que no le pasan una.
No, pero ahora me parece normal que se me exija, yo soy el primero que lo hace. Piensas en lo que puedes dar y una vez que lo consigues no puedes pararte, lo que tienes que hacer es pensar en el siguiente peldaño, en seguir mejorando. No siempre es fácil de llevar, pero esa exigencia debe existir.
Da la sensación de que la ayuda de Joaquín Caparrós ha sido importante a la hora de sobrellevar los malos momentos. Al menos en público siempre le ha defendido a capa y espada.
En estos tres años con él he madurado muchísimo, me ha ayudado mucho. Gracias a su confianza, me ha ayudado a creer en mí, a tener confianza en mí mismo. Yo creo que en estos tres años es cuando realmente me he hecho jugador.
Además, desde hace aproximadamente un año, se puede decir que esos malos momentos han sido los menos.
Sí, estamos disfrutando mucho más. Y no ha sido sólo una cuestión de resultados, de la final de Copa, de estar en Europa... Es que el equipo ahora no sale al campo a sufrir por estar con el agua al cuello y eso se nota en todo, en el campo, en el equipo, hay mucha alegría...
Para usted parece haber sido especialmente bueno. Siempre hablan ustedes del equipo, es lo que toca, pero mucho mejor si es uno el que marca o el llamado a jugar partidos internacionales.
Sí, pero va todo unido. Si no te llegan buenos pases, es difícil que puedas hacer gol, pero si tú no haces bien tu trabajo, también es difícil que al equipo le vayan bien las cosas. Si los jugadores destacamos, el equipo va bien, y si el equipo va bien, los jugadores podemos destacar.
Usted también ha destacado acaparando rumores sobre «novias», aunque al final ha acabado renovando con el Athletic.
Cuando te van bien las cosas es normal que salgan esos rumores, pero no han tenido más trascendencia. Yo tenía claro que aquí me siento a gusto y querido, y quería seguir progresando aquí.
De todas formas, en 2013 todavía tendrá 28 años. ¿A tiempo para cambiar de aires o es difícil imaginarse con otra camiseta?
Es difícil imaginarlo, porque ésta es mi casa, llevo aquí desde los once años. Pero también me gustaría tener otras experiencias, no me gustaría retirarme del fútbol sin haber probado otras cosas. Pero ya se verá cuando toque.
Pensando en un futuro más cercano, ¿qué espera de esta temporada? ¿Es difícil quitarse Sudáfrica de la cabeza?
Eso pasa con cualquier jugador del mundo que tenga la más mínima posibilidad de ir. Pero pienso mucho en Europa. Como me pasó el año pasado con la Copa, desde el principio he tenido en la cabeza que vamos a hacer algo bonito. El año pasado fue así y de momento en Europa también vamos por buen camino. Ojalá tengamos esa pizquita de suerte que nos empuje para tirar adelante.