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Martxelo Díaz Periodista

Culebrones y dimisiones

Las noticias que llegan de Irlanda siempre nos sorprenden. La última ha sido la del escándalo político-sexual-financiero de la diputada unionista y esposa del primer ministro norirlandés, Iris Robinson. Todo un culebrón en el que existe un lío sexual con el padre, con el hijo y con un compañero de partido, mientras Peter Robinson intenta aguantar con cara de circunstancias el chaparrón que le viene encima. Algunos alarmistas incluso hablan de los efectos que puede tener en el proceso irlandés.

Pero lo más curioso no es que Iris Robinson -una mujer que hasta el momento se había caracterizado principalmente por hacer profesión de fe de una mentalidad cerrada y retrógrada criticando a Hillary Clinton por haber perdonado a su marido por sus líos extramaritales (por cierto, el bueno de Bill Clinton parece que ha vuelto a las andadas) o por haber comparado el matrimonio homosexual con la pederastia- se haya liado la manta a la cabeza para escándalo del reverendo Ian Paisley, del que se confiesa devota.

Lo más sorprendente es que lo que haya motivado que el unionista DUP le obligase a dejar sus cargos de concejal y diputada y que hasta el marido engañado tenga que dejar de ser primer ministro norirlandés durante seis semanas -que parece que serán las primeras, porque ya no se le espera más por Stormont- sea que presionó a unos constructores para que donasen 50.000 libras, unos 55.000 euros, para que su joven amante de 19 años pudiera tener una cafetería en la que ganarse la vida.

Que un concejal tenga tratos con un constructor se ha convertido ya en algo habitual por aquí y pedir una ayuda para poner un bar no dejaría de ser un escándalo a nivel local. Aunque también es cierto que entre nosotros hemos tenido escándalos de más nivel, en los que no se hablaba de un simple bar, sino de urbanizaciones enteras, autovías o campos de golf. Y de cantidades mucho más grandes que 55.000 euros. En cambio, por aquí resulta más que extraño ver una dimisión, aunque estuvieran mucho más justificadas.

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