La sociedad apoya el diálogo político no porque sea legal, sino porque es necesario y positivo
Aunque no siempre sea así, la cordura ha prevalecido sobre el absurdo y el Tribunal Supremo español ha archivado la causa contra Arnaldo Otegi, Juan Joxe Petrikorena, Olatz Dañobeitia, Rufi Etxeberria, Pernando Barrena, Juan José Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares por mantener reuniones políticas. La pregunta lógica que cualquier ciudadano haría -¿cuál es, si no es reunirse y hablar de política, la labor de los políticos?- ha debido empujar a los jueces a guardar sus particulares obsesiones para mejor causa. Por su parte, a la sociedad vasca ni le importaba antes ni le afecta ahora que el diálogo político sea legal, porque lo importante para quienes aquí viven es que, además de ser de justicia, es necesario para llegar a un escenario democrático, en el que todos los proyectos políticos sean viables, un escenario de justicia y de paz. Y no cabe duda de que ésa sigue siendo la prioridad de la gran mayoría de la sociedad vasca en el terreno político: la resolución del conflicto político por medio de la negociación. Eso sólo se puede lograr a través del diálogo incluyente, buscando y logrando acuerdos políticos que satisfagan a todas las partes y que puedan cosechar el respaldo de esa sociedad.