El pleno de las Juntas Generales aprobó ayer por unanimidad una resolución acordada por el PSE-EE y el PP a favor del Festival Internacional de Cine, cuyo papel fue cuestionado públicamente por el director general del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans.

La resolución manifiesta su «total apoyo a Zinemaldia como certamen cinematográfico más representativo y de referencia a nivel del Estado» y expresa su respaldo a «los profesionales que año tras año hacen posible la celebración del festival y de otros eventos cinematográficos».

Asimismo, las Juntas han instado «al conjunto de las instituciones que forman parte del Consejo de Administración del Festival de Cine a que realicen cuantas acciones sean necesarias y aporten los recursos necesarios para que Zinemaldia mantenga la cate- goría A, la máxima de los festivales internacionales cinematográficos, y continúe siendo el referente del Estado español en el mercado internacionales de cine».a.

Estudiar la situación

Pese al acuerdo general, en el debate surgieron discrepancias en torno a la aportación de la Diputación de Gipuzkoa al festival, ya que ha sido la única institución que ha recortado la subvención al certamen, que ha fijado en 850.000 euros, frente al millón que destinarán el resto de entidades miembros del Consejo de Administración del certamen donostiarra.

La diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, valoró la decisión adoptada por las Juntas y consideró que se deben estudiar sus «puntos débiles» para ver si interesa reforzarlos o prescindir de ellos. En ese sentido, recordó que desde la Diputación ya habían expresado su apoyo a la iniciativa aprobada ayer e hizo hincapié en que la institución foral ya ha dado cobertura al certamen en los últimos años con «apoyos muy diversos» para que mantenga su categoría.

Respecto a la polémica surgida por el recorte de la subvención anual que otorga la Diputación a Zinemaldia, que se ha fijado en 850.000 euros frente al millón que destinarán el resto de los miembros del Consejo de Administración, Aranburu indicó que debe haber una «adaptación a la crisis económica y a los tiempos para ver si el entorno» cinematográfico se ha modificado, y cuáles son las fortalezas y debilidades del certamen.

«En una situación como la actual, hay que adaptarse a las circunstancias generales y hay que estudiar las propuestas de Madrid y ver cómo podemos ajustarlas a las necesidades del festival», agregó la diputada de Cultura, quien señaló que se deberán estudiar sus puntos débiles y reforzarlos si aportan «una singularidad», o descartarlos si se considera que no son necesarios.