2009 fue el año en el que más civiles afganos murieron, destaca la ONU
El número de civiles muertos violentamente en Afganistán crece constantemente, según destacó la ONU, que ayer publicó un informe que señala que 2009 fue el peor año en este aspecto desde el derrocamiento de los talibán, con un alza del 14% respecto a 2008.
GARA |
El balance de civiles muertos en 2009 es el más grave en ocho años de guerra, con más de 2.400 fallecidos y un incremento del 14% respecto a 2008. Los insurgentes han matado tres veces más civiles que las fuerzas internacionales y afganas, según un informe que la ONU hizo público ayer.
«El año 2009 ha sido el peor año para los civiles implicados en este conflicto armado. La misión de la ONU en Afganistán ha registrado el mayor número de víctimas civiles desde la caída de los talibán en 2001», aseguró la representación de la ONU en Afganistán (Unama) en un informe.
Según este estudio, 2.412 civiles murieron entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2009, lo que supone un incremento del 14% respecto a 2008 (2.118 muertos).
El año 2008 ya estuvo marcado por un aumento brutal del 40% del número de civiles muertos respecto al informe de 2007.
El 70% de las víctimas (1.681) murieron en atentados llevados cabo por los insurgentes, lo que, según la ONU, supone un incremento del 45% respecto a 2008, cuando un poco más de la mitad de los civiles muertos fallecieron por acciones de «elementos antigubernamentales».
«Los muertos que se han registrado como resultado de las actividades de los insurgentes son tres veces más numerosos que los causados por las fuerzas progubernamentales en 2009», afirma la ONU.
Así, un cuarto de las pérdidas civiles en 2009 se deben a operaciones de las fuerzas afganas y los soldados extranjeros (596), lo que supone un descenso del 28% respecto al año precedente, según la Unama. El 7 de enero, los talibán rechazaron la afirmación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de que los insurgentes habían matado tres veces más civiles que las fuerzas extranjeras y afganas.
Criticado por el Gobierno afgano por matar indiscriminadamente talibán y civiles durante sus operaciones, Washington aseguró recientemente que la reducción del número de civiles muertos, especialmente en los bombardeos de posiciones rebeldes en las aldeas, era «una prioridad» de la tropas occidentales. La ONU, en cambio, considera que estos bombardeos son especialmente peligrosos.
Al menos nueve personas murieron, ocho de ellas por acción de la Policía, el martes durante una manifestación de ciudadanos que acusaban a las fuerzas de la OTAN de haber profanado un Corán en el sur de Afganistán, aseguró ayer un responsable de la Policía.
«Ocho manifestantes murieron cuando atacaron a responsables de la seguridad en Garmser», indicó Kamaluddin Jan, el número dos de la Policía en la provincia de Helmand, destacando que los policías afganos abrieron fuego contra los manifestantes después de que un miembro de los servicios de información falleciera «por disparos provenientes de la movilización».
Testimonios recabados por France-Presse y un responsable de los servicios afganos de seguridad señalaron que los soldados de la OTAN también dispararon contra los manifestantes, lo que la OTAN negó categóricamente.
Cerca de un millar de personas rodearon la comisaría de Garmser, según un responsable de la Policía de la provincia de Helmand. Un responsable del hospital de Lashkar Gah, capital de Helmand, señaló que los manifestantes tenían disparos en el estómago, cabeza y piernas. GARA
Dos soldados estadounidenses murieron ayer al explotar una bomba artesanal en el este de Afganistán, anunció la ISAF en un comunicado. El lunes, murieron seis soldados de la OTAN.
