Los ministros de Economía y Finanzas de la UE llegaron ayer a un acuerdo de principio sobre una nueva directiva (ley-marco europea) que mejorará el intercambio de información entre los estados con el fin de recuperar las deudas fiscales.

La vicepresidenta segunda del Gobierno español -que ostenta la presidencia temporal de la UE- y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, señaló ante el Consejo la importancia de las medidas destinadas a aumentar los ingresos públicos en momentos en que el gasto se ha disparado como consecuencia de la crisis financiera y económica. El proyecto de directiva, sobre el que todavía se tiene que pronunciar el Parlamento Europeo en primera lectura, revisa un texto legal de 1976 en virtud del cual los estados de la UE se prestan ayuda a la hora de reprimir la evasión fiscal.

Mecanismos defraudadores

Uno de los mecanismos de los defraudadores consiste en declararse insolventes en los países en donde tienen deudas, aprovechando la libertad de movimiento que ofrece el mercado interior y el hecho de que la legislación estatal sobre recuperación de los impuestos adeudados se limita al territorio propio de cada estado.

Según fuentes comunitarias, actualmente los estados sólo recuperan el 5% de las deudas para las que solicitan ayuda a otros socios europeos. Más del 50% de esas solicitudes de recuperación conciernen a deudas en el impuesto sobre el valor añadido (IVA).

El proyecto de directiva prevé un sistema de asistencia mejorado con reglas más fáciles de aplicar, condiciones menos estrictas para solicitar colaboración y un intercambio espontáneo de informaciones, según esas fuentes. La directiva sobre recuperación de deudas fiscales forma parte de un paquete legislativo sobre el buen gobierno en el ámbito fiscal, que incluye también la revisión de la directiva sobre imposición de los intereses del ahorro de los no residentes, otra directiva sobre cooperación administrativa, así como la negociación de acuerdos de lucha contra el fraude con Andorra, Liechtenstein, Mónaco, San Marino y Suiza.

Al margen del acuerdo sobre deudas fiscales, Salgado confió también, en la presentación de su programa al Consejo, en que durante el primer semestre de 2010 se pueda aprobar el nuevo marco de supervisión financiera y fomentar el papel de la Unión Europea en los foros económicos internacionales, como el pujante G-20.