Patxi López pretende tapar a golpe de titular de prensa el agujero negro que, según las encuestas, se ha tragado su ya de por sí escasa popularidad. Para ello, ha decidido dar la espalda al verdadero problema, la nula gestión que ha desarrollado su gabinete desde que pisó Ajuria Enea, y plantear la batalla en el terreno de la imagen. Un atajo que, a buen seguro, resultará a los ojos de los ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tan evidente como ineficaz. En este escenario se ubica el anuncio, realizado ayer a través de los medios del grupo Vocento, de la creación de un «consejo asesor» plagado de conocidos empresarios que colaborarán con el lehendakari para «impulsar una Euskadi competitiva». Los nombres, no se puede negar, son de relumbrón: desde el propio Josu Jon Imaz (Petronor) hasta José María Aldecoa (Corporación Mondragón), pasando por Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Alejandro Echevarría (Telecinco). En este equipo de galácticos también habrá ex ministros, representantes de la patronal y, para rellenar banquillo, contará con varios economistas. Los que no han entrado en la convocatoria son los sindicalistas; seguro que ni siquiera tienen ficha.