Pocas noticias trascendieron ayer respecto al caso de la muerte de Elena Cal Troncoso el domingo pasado, que convirtió a esta mujer que malvivía en una chabola en el barrio tolosarra de Monteskue, junto al apeadero de Renfe, en la primera víctima de la violencia machista en 2010 en Euskal Herria.

Si la víspera la Policía autonómica trasladó a los dos arrestados -su compañero de 44 años y otro varón de 49 años- hasta el escenario de los hechos, ayer la única información que se difundió es que la intención de la Ertzaintza sería poner hoy a disposición judicial a estos dos hombres.

Fuentes de la investigación señalaron que los esfuerzos se centraban en la localización del cuchillo con el que se degolló a Cal Troncoso, de 45 años, y las circunstancias que terminaron con el fallecimiento de ésta en la mesa de operaciones del Hospital Donostia. Al parecer, ambos detenidos niegan ser los autores del crimen y llevan desde el domingo lanzándose acusaciones mutuas. En Tolosa, no son pocos los que recuerdan que estas tres personas -que se cobijaban en una chabola en Monteskue- estaban casi siempre juntas y discutiendo.

Será hoy por tanto cuando se conozca el nivel de implicación de cada uno de los hombres en la muerte de la mujer y otros extremos del caso.

Movilizaciones de denuncia

En el ámbito de la reacción ciudadana ante este nuevo caso de violencia sexista, ayer a la tarde se realizaron movilizaciones de protesta convocadas por la Plataforma de la Marcha de Mujeres de Euskal Herria. En Iruñea se reunieron 40 personas, 25 en Tolosa, 15 en Altsasu, 50 en Orereta, 53 en Zornotza, 55 en Zarautz, 40 en Bilbo, 50 en Donostia y 100 en Gasteiz. En Ermua 30 vecinos acudieron a la concentración organizada por Indarkeria Matxistaren Aurkako Taldea para denunciar la muerte de Elena Cal.

El sindicato ELA emitió también un comunicado, en el que, además de condenar la muerte violenta de Tolosa, aseguró que «seguirá luchando contra la violencia machista y a favor de la igualdad de género».