El Consejo ha logrado que la Diputación ceda ante la demanda de los clubes y aglutinar a partes enfrentadas
La negociación del convenio devuelve al buen camino al fútbol base guipuzcoano
La cifra que recibirán los clubes convenidos dependerá de estar en Primera y de los ingresos que se capten para la Fundación que financiará Zubieta y el resto de la cantera. Diputación aportará 1,5 millones cada año.
Joseba ITURRIA
La Real Sociedad ha iniciado este mes las conversaciones con los clubes guipuzcoanos para intentar acordar un nuevo convenio de colaboración. Su aportación a los que lo firmen dependerá de su presencia en Primera y de los recursos que consiga la Fundación que financiará los gastos de Zubieta, de la cantera y de los pagos a los clubes convenidos.
Si el Consejo entró en el club en la peor situación de su historia en el terreno deportivo, económico y social, en lo que se refiere al fútbol base el escenario no podía ser peor. Días antes se habían producido unas elecciones fratricidas a la Federación Guipuzcoana en la que quedó en evidencia una división y un enfrentamiento entre clubes que nunca había sido tan fuerte. Una guerra en la que Badiola embarcó a la Real al formar parte de la candidatura de Larrea que al final se impuso a la de Barriuso.
Eso motivó que el Consejo partiera con las reticencias del bando ganador. No tenía un euro para ofrecer, no había convenio y los clubes estaban en una situación muy difícil porque a los azotes de la crisis se sumó que la Real no había pagado buena parte de lo correspondiente al ejercicio 2007-08. En ese panorama el nuevo Consejo logró que casi todos los clubes ampliaran su convenio hasta diciembre a cambio de 600.000 euros que les pagó la Diputación en setiembre y con la voluntad de ofrecer un nuevo convenio a partir de este mes. La Real ha elaborado una propuesta que ha sido presentada estos días a clubes que reúnen las diferentes sensibilidades. Estaban los que se habían implicado más en la batalla por ambos bandos y algunos de los que habían sido más neutrales. Se han reunido Real, Real Unión, Eibar, Antiguoko, Hernani, Anaitasuna, Kostkas, Bergara, Ordizia, Tolosa y la propia Federación Guipuzcoana.
Las cantidades propuestas
La propuesta de la Real contempla que, en caso de traspaso, además de respetar las cifras de los derechos de solidaridad que marca la FIFA, la Real pagaría el 10% de lo que reciba por un traspaso de un jugador de la cantera hasta un máximo de 800.000 euros. De ese 10%, la mitad lo recibiría el club del que ha llegado a la Real ese jugador, un 20% se repartiría entre todos los clubes convenidos, otro 20% de forma proporcional entre los clubes con los que haya jugado desde su segunda temporada como alevín y el último 10% pasaría a financiar a la Fundación.
La Real propone además el pago de 700 euros al club del que incorpore un infantil, 1.500 por un cadete, 2.100 por un juvenil y 3.000 por un sénior. Cuando su jugador dispute cinco partidos en Primera recibiría 6.000 y, al llegar a 30 encuentros, 15.000 en Primera ó 6.000 en Segunda. Por ahora la Real sólo se compromete a pagar, aunque esté en Segunda, las cantidades correspondientes a la llegada de jugadores a sus distintos equipos.
Aunque se ha hablado mucho de estas cifras, son sólo una propuesta y están por concretar. También lo que cada club recibiría cada año en función del número de equipos que tenga, de la categoría en la que militen y de la cualificación de los técnicos que trabajan en el fútbol base. La Real ha trasmitido que esta temporada no puede pagar nada por este concepto y que en la próxima espera hacerlo con el equipo en Primera, en cuyo caso se destinará al menos un 1% de su presupuesto. Además se compromete a desarrollar un proyecto consensuado entre Real y Federación de tecnificación para que los clubes estén mejor tecnificados con ayudas para la cualificación de sus entrenadores.
En la inesperada hipótesis de estar en Segunda, la Real manifiesta su voluntad de intentar pagar alguna cantidad a los clubes, pero todo dependerá de los ingresos que tenga la Fundación que financiará su fútbol base. GARA adelantó hace meses que la Real no puede afrontar los más de cuatro millones de euros que supone actualmente para su presupuesto con el inasumible coste que tienen las instalaciones de Zubieta XXI y que la fórmula en la que se trabajaba con la Diputación era impulsar una Fundación que apoyaría el ente foral a cambio de dejar de aportar dinero a la vertiente profesional de la Real Sociedad.
Por eso, para esta temporada y la siguiente la Diputación sólo aportará 1,5 millones al fútbol base, que irían al fondo de esta Fundación cuando se concrete, y nada a la vertiente profesional, aunque la próxima temporada se cobrará de la Diputación otros 600.000 euros por una cantidad pendiente de pago. Estas aportaciones suponen un descenso con el máximo que daba hace tres años, dos millones de patrocinio y 820.000 euros por el convenio de fútbol base. La voluntad de la Real es que entren más socios en la Fundación y se impliquen los principales agentes económicos de Gipuzkoa. Cuanto más dinero entre, más podrá repartirse entre los clubes.
Avances importantes
Más allá del dinero, lo más importante para los clubes y lo que no puede ofrecer ahora la Real, lo reseñable es que este Consejo ha conseguido avanzar por el buen camino. Se limita a intentar alcanzar acuerdos con todos los clubes para ayudarles y para que sus mejores futbolistas lleguen en las condiciones ideales a la Real. Y retira del convenio anterior aspectos como el de la territorialidad, la obligación de los clubes de tener jugadores sólo de su área de influencia hasta una edad, porque entiende que es dentro de la Federación Guipuzcoana donde debe decidirse cómo funcionarán sus clubes.
De la misma manera, la Real ha influido en llegar a un acuerdo con la Diputación por el que desde hace un par de meses se disputa una competición entre las escuelas de los clubes para que jueguen partidos entre ellas los benjamines de segundo año y los alevines de primero, y se aumenta el número de equipos que pueden salir en otras categorías en las que el ente foral marca sus límites. Así debe acabar el bochorno que para Gipuzkoa suponía que sus niños jugaran torneos en los territorios limítrofes de manera semiclandestina. El director de Deportes de la Diputación, Iñaki Ugarteburu, que recuerda a GARA que están al margen de la negociación del nuevo convenio, destaca que el espíritu del acuerdo alcanzado es que los niños no dejen de practicar deporte escolar.
Pero el mayor avance hacia la normalidad es que la Guipuzcoana y todos los clubes, incluso algunos que históricamente han estado enfrentados a la Real como el Antiguoko, salvo en las épocas de Olabe y Badiola, participen en el proceso con una buena relación con este Consejo.
Eso no quiere decir que todos los clubes vayan a firmar el convenio, porque el dinero es lo que más necesitan todos y sin él es difícil convencerlos. Sobre todo los mayores problemas estarán ahora con Real Unión y Eibar a pesar de la buena relación entre sus Consejos y el de la Real. Eso también forma parte de la normalidad. Lo anormal es leer a finales de 2007, con la Real en Segunda y necesitando nueve millones para cuadrar su presupuesto, que podía estar tranquila pese al interés del Athletic de entrar en Gipuzkoa porque Eibar -en su misma categoría y mejor situación económica- y Real Unión tenían firmados convenios por los que la Real pagaba 300.000 euros anuales, 150.000 a cada. No pudieron cobrarlos.
Dentro del acuerdo con la Diputación del 2007, ésta pidió que la Real abonara cantidades que antes pagaba ella a los otros dos clubes profesionales de Gipuzkoa. Así, al margen de los 60.000 euros que recibía cada uno por el convenio de fútbol base, les pagaba otros 90.000 y también abonaba a la Guipuzcoana 140.000 y al resto de los clubes otros 743.000 euros.
En total, el convenio establecía que la Diputación y Real ponían el mismo dinero, pero este convenio se rompe porque el club blanquiazul no puede asumir sus 820.000 euros de aquel convenio y los gastos que genera Zubieta. Y la Diputación también va a eliminar esa cantidad extra.
Por eso, lo normal es que la Real dé a sus clubes lo que pueda, que las cifras sean diferentes si está en Primera o Segunda y que, si no puede dar tanto dinero, les ceda jugadores a cambio de suscribir el convenio, como indicábamos ayer en el caso de Javi Ros y el Eibar para ayudarle a subir a Segunda o al Real Unión para evitar su descenso.
Está al margen de la negociación del nuevo convenio entre Real, los clubes y la Federación, ha accedido a permitir la competición de escuelas hasta la edad benjamín y se limitará a aportar 1,5 millones al fútbol base de la Real sin dar nada a la vertiente profesional.
El presidente de la Guipuzcoana, Juan Luis Larrea, destaca del proceso abierto que «veo por parte de la Real que quiere contar con la Federación y volver a hacer las cosas con normalidad. Otra cosa es que los clubes firmen el convenio porque mientras no se ascienda, aunque tiene buena pinta, no hay aporte económico. Pero había que ir a algo que nace desde la época de Orbegozo, con unas cifras que luego dobló Luis Uranga. Es bueno tener un convenio, un acuerdo marco, y que la Real se preocupe de su convenio sin entrar en cuestiones como la territorialidad que, igual deben hacerse, pero debe debatirlas el fútbol en asamblea».
Su Federación participa en el proceso junto a la Real: «Hemos mantenido una reunión en la que se ha querido invitar a clubes de todas las formas de pensar y quedamos en hacer un borrador, perfeccionarlo y exponerlo en cinco zonas con quince clubes en cada una». Valora los esfuerzos de la Real por intentar acercarse a clubes de las dos partes que se enfrentaron en las últimas elecciones: «La Real tiene que ir a lo suyo, a llegar a acuerdos con todos, y tiene buena pinta. Hay menos crispación, todo va bien en la Real, hay 2.000 abonados nuevos y a ver si sube y no baja el Real Unión y asciende el Eibar y tenemos el máximo nivel deportivo».
Agradece que la Diputación, con la que mantiene claras diferencias, no participe en las conversaciones por el convenio y que atienda peticiones históricas de los clubes en categorías inferiores: «Están aflojando y dando más opciones de jugar a equipos, aunque menos de los que queremos. Tenemos que llegar a acuerdos con buena voluntad y la Real está ayudándonos en sus reuniones con la Diputación, favorece a los clubes en las negociaciones».J. ITURRIA
Su presidente, Ricardo García, entiende que la propuesta de convenio «al Real Unión poco le aporta, porque en lo que se refiere a fútbol base y tecnificación lo tenemos todo. Hay muy buena relación con la Real y queremos hacer un convenio, ver en qué nos podemos unir, pero no somos un club más. Tenemos nuestra organización profesional, la escuela y representamos a la comarca del Bidasoa. Participaremos en el proceso. Estuvimos en un convenio que entendimos que era bueno. 62 clubes veíamos que era positivo, todos menos tres, y ahora se ha ido al traste... Si llegamos a un acuerdo, encantado. Si no, queremos estar libres y llevarnos bien con Real, Athletic, Osasuna y Aviron. El Real Unión tiene suficiente entidad para ir solo».
Añade que «firmaremos un convenio con la Real club a club en lo que nos pueda unir. Lo hemos trasmitido en las reuniones que hemos tenido, no vamos a firmar un convenio que no nos aporte casi nada. Vamos a estar tranquilos y llevarnos bien con todos y seguir nuestra filosofía y tener una buena relación con todos los clubes del entorno, y de firmar algo será porque nos aporte, sobre todo, al primer equipo. Creo que Real Unión y Eibar, aunque hablo sólo por nosotros, debemos tener distintos puntos de encuentro que otros clubes. Un tema de un café con leche para todos a Real Unión y el Eibar no nos sirve. No queremos crear con esto discrepancias. Se lo dije a Jokin Aperribay. Antes la pirámide salía de la Real Sociedad y luego estábamos Eibar y Real Unión. Tenemos el club organizado, tecnificado, con nuestros médicos. Lo que ofrece la Real a otros clubes lo tenemos. Se debe ir por otros derroteros y nunca fue el problema el dinero. Ha habido antes otros problemas y con la directiva actual la relación es muy buena y, si no hay dinero, puede haber jugadores cedidos. Estamos abiertos a hablar y a ver en qué nos podemos unir».J. ITURRIA
Iñigo Sandín, portavoz del Antiguoko, club guipuzcoano del que han salido más jugadores a la élite, señala que «aún no hay un convenio. La Real hace una propuesta con ideas que ha recogido de los clubes y lo expone y cada uno puede dar su opinión ante un borrador. El común denominador es que no hay dinero. La Real ha hablado claro. Si no hay dinero, no podemos pagar nada. Es el punto de partida y hay que buscar fórmulas de trabajo y financiación».
Ante un malentendido, aclara que su club y el fútbol guipuzcoano están «perfectamente informados de todo» y agradece que la Real «no está ahora para interpretar leyes. El Consejo está para administrar la Real y ahora no hay dinero público y éste ya no será un convenio político, sino de fútbol. Como un club de fútbol, la Real defiende lo que le interesa, como que el mayor número posible de niños puedan jugar a fútbol a edades más tempranas para que así los jugadores que le puedan llegar tengan el mayor nivel. La Real ha consultado al fútbol guipuzcoano, no ha obviado a nadie ni a la propia Federación. Quiere hablar de fútbol con el fútbol guipuzcoano y no se mete a fiscalizar una norma que va en contra de ellos. Luego una cosa es si son cuatro los jugadores que se lleve de cada club o cinco, si paga una cantidad u otra, pero ahí es lógico que la Real defienda lo suyo».
Así, concluye que «la Real se ha abierto a todo el fútbol guipuzcoano, escucha lo que le aporta. Más no puede hacer. Habrá cosas en las que no estemos de acuerdo y se las diremos. La Real está más abierta que nunca y eso te da posibilidad de variantes. Igual al final no hay un acuerdo y dices que no podemos firmar, pero intentaremos llegar a un acuerdo. A ver si todos remamos en la misma dirección».J. ITURRIA