Tres días después del comunicado de ETA, van ganando paso lecturas más profundas que las realizadas en el primer momento. Así, donde algunos dirigentes del PNV dijeron no ver novedad su compañero Joseba Egibar aprecia un mensaje a tener en cuenta. El presidente del GBB dijo en Onda Vasca que lo ha leído «al menos un par de veces» y subrayado, y que deduce que «el centro de gravedad en la toma de decisiones de la izquierda abertzale está en Altsasu y no en alguna otra parte».

Como hizo la víspera su homólogo vizcaino, Andoni Ortuzar, Joseba Egibar se mostró a favor de «no salsear» en el debate interno de la izquierda abertzale porque «especular gratis no aporta nada a un escenario de pacificación y normalización».

Sí llamó la atención sobre un aspecto: hace cuatro meses, dirigentes del Gobierno español acusaban a Arnaldo Otegi y sus compañeros de actuar por orden de ETA, por lo que los encarcelaron, y ahora, en cambio, hablan de «si hay enfrentamiento entre una estrategia política y la que puede ser la de ETA. Y nadie ha rectificado», recordó Egibar.

EA, frente a UPN

La valoración positiva del comunicado desató además un agrio ataque de UPN contra EA al que la Comisión Territorial de Nafarroa de este partido dio cumplida respuesta ayer.

En una nota, respondió a Yolanda Barcina, presidenta de UPN, que «el problema de la violencia es lo suficientemente importante como para hablar con menos simplismo y con más inteligencia política que la que demuestra. Si tres presidentes españoles han intentado negociar con ETA, es evidente que este asunto no se resuelve adoptando la pose de Agustina de Aragón, sino que exige mayor rigor y prudencia por parte de los responsables políticos».

EA advirtió además a Barcina de que «en el tema de la violencia, la derecha navarra está mejor callada que hablando, porque en este momento sabe más de su condición de víctima, pero de lo que más sabe es de su condición de verdugo». «Precisamente aquellos polvos que generó la violencia de la derecha en la guerra del 36 y, posteriormente, los 40 años de dictadura franquista, sembraron los lodos actuales», añade. Tras recordar que los nacionalistas vascos han sido víctimas y aún siguen perseguidos, le recordó que «eso también es violencia».