El último comunicado de ETA les ha pillado a los «especialistas» con el paso cambiado y ahora -como los malos economistas- tratan de explicar lo que ha pasado con los mismos esquemas con los que erraron en sus predicciones.

Florencio Domínguez, en «La Vanguardia», trataba de explicar a sus lectores catalanes lo que sucede en Euskal Herria.

Según Domínguez «Batasuna se ha visto obligada a cambiar sus estrategias políticas como consecuencia de la marginación legal a la que le ha conducido su supeditación a ETA. Ha modificado algunos planteamientos, aunque no ha llegado al punto de romper con la banda terrorista ni pronunciarse abiertamente contra el empleo de la violencia». A esa «marginación legal» le ha conducido, digo yo, la Ley de Partidos que, se pongan como se pongan Domínguez y los jueces de Estrasburgo, es menos democrática que las elecciones de Franco.

Insiste el columnista-especialista en que «el entorno político etarra, por tanto, no se acerca a los mínimos democráticos que le exigen los partidos políticos vascos, ni supera el listón que han establecido los tribunales, incluido el de Estrasburgo, para poder volver a la legalidad. Hasta ahora lo único que ha pretendido es capitalizar la historia etarra en una nueva negociación, como la propia Batasuna reconoce en un documento interno». Y cabe pensar si no será que la cómoda mayoría de Patxi López y Antonio Basagoiti precisa de la expulsión del paraíso constitucional de una parte importante del electorado. Cabe pensar si tanta palabrería sólo esconde la engañufla, el pucherazo.

Y puesto a descubrir claves ocultas, Florencio Domínguez revela que «la unidad de los partidos nacionalistas es la piedra angular de la nueva estrategia de Batasuna. Con esa fórmula quiere burlar la situación de ilegalidad al concurrir a las elecciones al lado de siglas legales y respetables». Pues servidora piensa que esa estrategia no es nueva y que, además, es absolutamente legítima.

Más aún, a la vista de quienes rechazan de plano esa posibilidad, conociendo sus trayectorias e intereses, me pregunto si no será la mejor de todas.