Conocido internacionalmente como autor de «Love Story», Erich Segal fue también autor del guión de la película de los Beatles «Yellow submarine», aunque su vida profesional era más «seria». Ejercía de profesor de Literatura Clásica en la Universidad de Yale (Estados Unidos) cuando escribió el libro que, denostado por la crítica, se convirtió en un best seller. «Love Story» fue adaptado al cine en 1970, con Ryan O'Neal y Ali MacGraw (amiga de Segal) como protagonistas, en un filme que fue nominado a siete Oscar, de los que logró el de mejor guión original.

La película, inmortalizada por la frase «el amor significa no tener que decir nunca lo siento», convirtió a Segal en un autor mundialmente reconocido y multimillonario. En un artículo en la revista «Granta» en 2008, su hija Francesa explicó que su padre se había inspirado en una historia real -aunque él siempre negó que se hubiera basado en las aventuras de Al Gore- y que en un primer momento tuvo serias dudas acerca de su publicación. «Su agente le suplicó que la olvidara, convencido de que arruinaría su reputación de escritor de guiones de acción dirigidos a un público masculino», afirmó Francesca. «`Love Story' lo alteró todo. A finales de 1970, el éxito tanto de la novela como de la película le había convertido en una cara conocida en todos los hogares». El autor disfrutó de ese éxito, porque, según su hija, «había nacido para actuar ante la gente, y sus editores explotaron su pasión por hablar en público».

«Las dos cosas que dominaron la identidad de mi padre, para lo bueno y para lo malo, fueron `Love Story' y la enfermedad de Parkinson», afirmó Francesca durante su funeral. «Que luchara por vivir cada segundo de los últimos 30 años con la enfermedad con tanta obstinación y fortaleza mental, es el testamento de quién era». Segal, miembro honorario de la Universidad de Oxford, tenía dos hijas: Francesca, de 29 años, y Miranda, de 20.