La resaca del triunfo frente al Real Madrid ha dejado, por fin, paso a los preparativos de la próxima jornada, que el Athletic mira con los dientes muy largos. Los rojiblancos volverán a tener la oportunidad de meterse en posiciones europeas -y sin tener que mirar a lo que sucede en otros campos- y, además, una victoria les concederá su mejor primera vuelta desde que se instaurará la Liga de los tres puntos, hace 14 años.

Lo cierto es que los precedentes no invitan al optimismo. El equipo no ha sabido aprovechar las oportunidades similares que se le han presentado desde que abandonara la zona noble de la clasificación, en la que se mantuvo las cinco primeras jornadas de Liga, gracias a sus triunfos ante Espanyol, Xerez y Villarreal. Tras tocar techo en la 3ª jornada, tercero aunque empatado a puntos con el líder, llegaron los tropiezos y se tradujeron en la caída clasificatoria. Los choques ante Tenerife, Sevilla y Valladolid dejaron a la escuadra bilbaina en la séptima plaza.

Afortunadamente, los hombres de Joaquín Caparrós se han mostrado lo suficientemente regulares como para no perder comba -no han bajado de la undécima plaza-, lo que les ha permitido acariciar los puestos europeos en varias ocasiones. Sólo en dos oportunidades han cumplido su parte, imponiéndose al Racing y empatando ante Barcelona, pero el resto de candidatos también saldaron de forma positiva esas dos jornadas. En otras tres ocasiones -ante Sporting, Getafe y Valencia-, poco ha importado lo que hicieran Mallorca, Deportivo y compañía, porque el Athletic cayó derrotado. La mejor oportunidad llegó con el nuevo año, que los rojiblancos estrenaron en Mallorca, con la oportunidad de arrebatar la sexta plaza al equipo de Gregorio Manzano. Lamentablemente, éste volvió a mostrarse intratable en su estadio.

El sábado llegará la sexta oportunidad. Y una de las más atractivas. Si el Athletic gana al Deportivo, del que le separa sólo un punto, se asegurará la sexta plaza. Como mínimo, porque si el Sevilla cae ante el Almería también superará a los hispalenses y si el Mallorca sigue con sus dos caras y pierde en Montjuïc, empatará con el conjunto bermellón.

Un triunfo en Riazor, además, permitiría a los bilbainos firmar su mejor primera vuelta desde que se instaurara la Liga de los tres puntos por victoria, en la temporada 95/96. Mejor incluso que la campaña en la que Luis Fernández llevó al Athletic a la Liga de Campeones, en la que se llegó al ecuador de la Liga con 32 puntos, sólo dos más de los que cuenta ahora mismo.

Aún en caso de derrota, el equipo estará en una de sus mejores primeras vueltas de estos tres lustros. No en vano se han superado los treinta puntos que tiene ahora en sólo tres ocasiones: en esa campaña 97/98 en la que acabó segundo; un año antes, cuando concluyó en la sexta plaza -aunque disputando dos partidos más, al haber 22 equipos en Primera-; y en la 01/02, cuando acabó en la novena.

Claro que para que la clasificación en este ecuador encuentre el reflejo deseado el próximo mes de mayo, los roji- blancos deberán mantener, o mejorar, su progresión en la segunda vuelta, algo que ha sido relativamente habitual en estos últimos años.

La segunda condición estará en manos del resto de candidatos, de los que, a expensas de lo que suceda el sábado, depende el Athletic. Y, de momento, si la puntuación rojiblanca invita al optimismo, la de sus rivales tampoco desmerece. Sólo en dos ocasiones -ambas con 22 equipos en Primera- el sexto clasificado ha tenido más puntos de los que, en el mejor de los casos, tendrá este año.