Natxo MATXIN

Está en boca de todos y en la agenda de los principales equipos del viejo continente, que se están dando de tortas por atarle para los próximos años. Es el nuevo Julen Guerrero -hasta físicamente se le parece con su pelo rubio y cuerpo tirando a enclenque-, con un perfil futbolístico muy similar al portugalujo: excelente golpe con ambas piernas, buen disparo, olfato de gol, movimientos inteligentes, sentido en el pase...

Es Sergio Canales, un chaval que en breve cumplirá 19 años y que curiosamente debutó en la máxima categoría en El Sadar cuando saltó en el minuto 81 para oxigenar a su escuadra, que acabó ganando por 0-1. A este joven valor le han bastado cinco partidos consecutivos, con sus correspondientes cuatro golazos, para que el eco mediático, tan necesitado de figuras en ciernes, se haya volcado con su explosiva irrupción.

Una pléyade de representantes llamando a la puerta de sus padres, el propio Valdano negociando con su progenitor y hasta Lendoiro esgrimiendo un antiguo contrato que le permite reclamar la mitad del posible traspaso. Ya se ha convertido en un negocio con piernas de oro.