La operaci�n dise�ada por el PNV para tratar de que el Hotel Golf Artxanda cumpla de forma exigua con la normativa urban�stica de Larrabetzu tiene un nuevo inconveniente: uno de los propietarios a los que se vendi� un apartamento, cuando estaba prohibido, decidi� el martes pasado no rubricar la escritura de extinci�n de propiedad horizontal y la constituci�n de una sociedad �nica.

Con este tr�mite, los promotores del complejo hotelero trataban de que el Consistorio iniciase el proceso para otorgarle la licencia de apertura, que est� congelado desde que la izquierda abertzale desvelase las irregularidades cometidas. Esta v�a fue apuntada hace un mes por el alcalde, el jeltzale Tomas Orde�ana, para tratar de desbloquear un asunto que ha puesto en cuesti�n su gesti�n y arroja muchos interrogantes acerca de la raz�n por la que el Ayuntamiento permiti� la enajenaci�n individual de los apartamentos que conforman un �nico complejo en la sierra de Ganguren.

El �nico cambio respecto a la situaci�n denunciada por los ediles independentistas de Larrabetzu es que los propietarios renuncian a su propiedad -su apartamento individual en este caso- y pasan a ser copropietarios con lo que, seg�n los juristas que asesoran al alcalde y a los promotores del hotel- se salvar�a el obst�culo que establece la normativa urban�stica. Se trata, en definitiva, de buscar una salida para que la operaci�n inmobiliaria sea m�s beneficiosa para sus impulsores, que, por cierto, tienen numerosas deudas con proveedores y gremios que han participado en la obra.

Lo sorprendente es que el notario, a pesar de saber del rechazo del propietario, dio por concluida la propiedad horizontal.