Bikarte busca veinte familias vascas para traer en verano a otros tantos menores rusos
Se necesitan veinte familias vascas para acoger otros tantos menores rusos este próximo verano. Es el llamamiento contrareloj de Bikarte, una de las asociaciones vascas que trabaja en el acogimiento infantil. Quieren ofrecer unas vacaciones diferentes a 130 de estos pequeños.
Joseba VIVANCO
Murmansk, Volgogrado, Nizhnevartovsk... ¿Le suenan? Son regiones de Siberia occidental. A pesar de la lejanía, hace ahora doce años un grupo de familias de Gallarta se fijaron en aquella zona del mapamundi, donde decenas de niños y niñas esperaban en orfanatos un hogar de acogida. «No podemos cambiar el mundo, pero sí el mundo de un niño o niña», repite Josemi Gómez el lema de la asociación que crearon, Bikarte, y que estos días busca cuarenta nuevas familias para que otros tanto menores rusos puedan pasar un verano distinto. En más de una década ya han propiciado 1.600 acogimientos.
Tras tres charlas en Donostia, Bilbo y Basauri, han conseguido ya la mitad del objetivo; hoy, en Urretxu, esperan acercarse a él. «El tiempo se agota y necesitamos con urgencia otras veinte familias para que otros tantos niños necesitados de salud y cariño puedan ser acogidos», apremia este miembro de la asociación. El plazo vence en la primera quincena de febrero, ya que los trámites burocráticos ante las administraciones vascas y las autoridades rusas son largos y complejos.
Precisamente, la falta de tiempo para pensarlo corre en su contra. «Cuando las familias se dirigen a nosotros, tienen las ideas claras y no hace falta convencerlos. Pero el tiempo también va en nuestra contra y hay familias que a comienzos de año les cuesta mentalizarse y tomar la decisión de acoger en verano, y cuando dan el salto, lamentablemente, es tarde para iniciar los trámites», admite.
No es una decisión sencilla. «Compaginar la vida laboral y la acogida, a veces, es difícil», reconoce. Pero la familia que se decide no suele arrepentirse. «La presencia del menor aporta a la familia acogedora y a su entorno una compensación emocional significativa. Ellos te dan más de lo que reciben, es lo que solemos decir las familias que acogemos. A pesar de sus carencias físicas y de autoestima suelen ser alegres y cariñosos, con una mente despierta y con ganas de realizar todo tipo de actividades y de recibir todo lo que les pueda aportar una cultura diferente», detalla Josemi.
La vocación puede con la crisis
De cara a este verano, el objetivo de Bikarte es captar 40 nuevas familias que se sumen a las 90 ya veteranas en esto del acogimiento. Un fin ambicioso en tiempos de crisis. ¿Afecta? «El año pasado, a pesar de la situación de crisis, tuvimos buena respuesta y superamos el centenar de acogidas en verano, una cifra similar a la de ediciones anteriores», contesta.
Para hacer frente a ese hándicap añadido, la asociación está logrando, mediante subvenciones y otras actividades, que cada familia tenga que hacer frente sólo a una tercera parte de lo que le suponga traer a un niño ruso. «La vocación solidaria de la sociedad vasca es clara», no duda un instante este miembro de Bikarte.
«Los menores que traemos necesitan ayuda». Así de tajante responde Josemi Gómez, miembro de Bikarte. «Los de orfanato, por ejemplo, por el clima extremo en el que viven y la falta de una familia de referencia suelen presentar retrasos de crecimiento o conducta, que mejoran claramente con un verano en una familia vasca. Los que tienen familia viven en la región de Briansk, que está bajo la influencia de la catástrofe nuclear de Chernobil, con merma clara de salud», describe. Se trata de niños y niñas de más de 6 años, la mayoría tutelados por el Estado, y muchos víctimas de familias desestructuradas, la falta de afecto o la pobreza. Muchos de los afortunados en pasar los meses de verano lejos de ese ambiente se convierten en visitantes habituales, en este caso, de las familias vascas que los acogen. «La mayor parte vuelven a ser acogidos por la misma familia en las sucesivas campañas de Navidad y verano hasta alcanzar su mayoría de edad, límite de nuestro programa», aclara. El pasado 18 de enero regresaron a su país diez menores que han pasado las navidades entre nosotros. Por desgracia, otros 63 no pudieron hacerlo por el riesgo de contagio de la gripe A. J.V.
Hoy, charla informativa de Bikarte en la Casa de cultura Zelai Arizti, de Zumarraga, a partir de las 19.00. Las familias interesadas en el acogimiento pueden contactar con los teléfonos 605709024, 605709022 o la web www.bikarte.com