Es muy gracioso observar cómo tratan algunos de arrimar, casi a la desesperada, el ascua a la propia sardina. Y si para ello hay que abrirse paso a codazos, lo hacen sin reparos. Es lo que le sucede a la derechona españoleante cuando se trata del euskara. Les produce repulsión y, aunque en algunas ocasiones traten de disimular, no lo consiguen.

Ayer se hacían eco en «El Mundo» del último informe del Consejo Escolar del que destacaban que «pone blanco sobre negro lo que todos sospechábamos, que el rendimiento educativo de los niños vascos no está a la altura ni del esfuerzo inversor realizado, el más alto de España, ni del potencial económico de la CAV y de la posición que ésta aspira a representar en Europa». Tengo la impresión de que ya empieza con la manipulación de los datos.

Y luego no tarda en ponerse a sacar conclusiones propias: «El nivel cultural de los estudiantes del País Vasco es equiparable a la formación básica de hace 20 años y por sus conocimientos en matemáticas y ciencias apenas ocupamos una discreta posición intermedia entre los países de la OCDE». Comprueben que no dice absolutamente nada del nivel cultural de los estudiantes en el Estado español. Un más que oportuno olvido, ¿no les parece?

Y ahora observen cómo consigue colar una conclusión propia y que parezca que lo dice el Consejo Escolar. No se lo pierdan: «El Consejo Escolar parece apuntar a dos razones: una apuesta económica aún insuficiente, inferior al porcentaje del PIB español y europeo, y la intensa dedicación horaria al euskara. Es la primera vez que un agente educativo se atreve a opinar en público sobre el precio que se paga por emplear tanto tiempo en el aprendizaje lingüístico. Reconocer oficialmente el plus de trabajo con el que cargan nuestros escolares debe guiar al Departamento a introducir las medidas adecuadas para compensar sus efectos más negativos».

O sea, que las niñas y los niños vascos son más tontos porque les llenamos el coco con idiomas inútiles y se les satura el disco duro. ¡Otros que piensan que nos chupamos el dedo!