El Palacio Euskalduna acogió ayer la puesta de largo de Euskaltel-Euskadi, que afronta su 17ª temporada en el pelotón profesional sin revoluciones pero con novedades. La principal, pese a ser conocida, pasa por el testigo de la dirección general, que Miguel Madariaga deja en manos de Igor González de Galdeano, para centrarse en sus funciones como presidente de la Fundación Euskadi y presidente de honor del equipo.

La renovación se extiende a la plantilla, compuesta por 24 corredores, entre los que se encuentran las seis incorporaciones de la formación naranja: Jonathan Castroviejo, Miguel Mínguez, Daniel Sesma y el campeón del mundo sub23 Romain Sicard, que dan el salto desde Orbea; Beñat Intxausti, procedente de Fuji-Servetto y Gorka Izagirre, que la pasada temporada defendió el maillot de Contentpolis Ampo.

Uno menos, cinco, son los corredores que se han despedido de la formación naranja. Y sólo uno de ellos, Markel Irizar, seguirá en el pelotón profesional, tras haber fichado por el RadioShack de Lance Armstrong. Andoni Lafuente ha vuelto a la pista, Josu Agirre se encuentra sin equipo, un positivo acabó con la carrera de Iñigo Landaluze el pasado verano y Mikel Astarloza -cuyo triunfo en Bourg Saint-Maurice se revivió en el Euskalduna- sigue metido en el largo proceso con el que espera demostrar su inocencia.

El resto ya acumula experiencia -considerable en el caso de Samuel Sánchez o Iñaki Isasi, los más veteranos del equipo- en la escuadra naranja, que esta temporada se repartirá el calendario en dos bloques. Samuel Sánchez capitaneará uno, con el que regresará al Tour y disputará la Vuelta a Euskal Herria, mientras Igor Antón y Beñat Intxausti comandarán el grupo que pelee en Catalunya y, sobre todo, la Vuelta a España.

Todos ellos conforman «Un equipo para tí», el lema bajo el que se presentó Euskaltel-Euskadi ante medio millar de invitados. Entre ellos se encontraban deportistas como Josune Bereziartu, Oinatz Bengoetxea o Koikili Lertxundi, y las autoridades correspondientes, encabezadas por Patxi López, que acudía por primera vez al acto como lehendakari. En su discurso, animó al equipo a seguir el espíritu de Vicente Blanco El Cojo, que pese a «destrozarse los pies trabajando», se convirtió «en un virtuoso de la bicicleta». «La escasez de recursos le obligó a ir en bicicleta a París y, como llegó muy cansado, se tuvo que retirar». Si López evocaba un Tour del pasado, José Luis Bilbao se refirió al próximo, aventurando un «sueño», ver «la ikurriña en los Campos Elíseos».

Los protagonistas no se mostraron tan ambiciosos, aunque advirtieron de que nada es «imposible», explicaron que los principales objetivos son las carreras de casa y el Tour -en el que pelearán con Samuel por lograr una etapa y acabar lo más arriba posible- y confiaron en poder mejorar el rendimiento de la pasada temporada.

Emotivo recuerdo

Un año cuyas principales imágenes se vieron en el Euskalduna dentro de un programa en el que el momento más emotivo llegó con el recuerdo al fallecido Agustín Sagasti. Los padres del que consiguiera la primera victoria para el equipo recibieron una placa y el sentido homenaje de todos los presentes.