Raimundo Fitero
Montaña rusa
Las parrillas de programación de las cadenas están pasando por una época de tormentas, turbulencias, acomodos, sustos y pocos momentos de alivio, lo que podríamos llamar como inmersas en una montañas rusa imparable. La televisión pública estatal sin anuncios está marcando los tiempos y cambiando tendencias, pero detrás de esta circunstancia que los especialistas consideran temporal, fruto de la novedad, lo cierto es que apuestas de gran entidad se van cayendo, como es el caso de «Acusados», con un magnífico reparto, con una factura impecable, pero que en Tele 5, moviéndola de día, horario, y de todo, no han conseguido que reciba la aceptación que, a nuestro entender, merecía. Así es de dura la actual situación.
Blanca Portillo y José Coronado, arropados por un gran equipo actoral, con una serie de tema político-judicial, han sido vapuleados por ofertas más asequibles, menos comprometidos, de peor calidad. Tuvieron una segunda oportunidad pero parece que se mueven en unos porcentajes insoportables para la cadena. Una vez más la incertidumbre, la contradicción el sube y baja de manera incontrolable nos deja desasistidos de razones. La propia cadena funciona con máximos de audiencias y estas alternativas las producen pensando en resultados de gran aceptación. Vuelvo a preguntar ¿el dónde importa tanto como el cuándo y el quién? En algunos casos es fundamental. Quizás esta serie tuviera mejor acomodo en otra cadena. Puede ser.
«Escenas de matrimonio», de la misma cadena, tampoco funciona. Su caída de audiencias es notable. Diría que lógica ya que se trata de un producto muy deteriorado, muy carca, muy fuera de tiempo. Pero en Cuatro, »¡Vaya Tropa!» es otro de los grandes fracasos, no hay manera de colocarlo en ningún lugar de la parrilla que no cause un agujero general. No parece tener mucho futuro. Lo mismo sucede con «Padres», que es una serie en retirada, una tira con intención humorística que no ha logrado atención debido, entre otras cosas, a la poca credibilidad en las situaciones y los intérpretes. El humor es una cosa muy seria. Sigue la ronda, porque cuando la montaña rusa se pone en marcha es difícil pararla.