Irlanda, que en 2009 logró su primer Grand Slam -saldar con victoria todos los partidos- después de más de medio siglo de sequía, será el rival a batir en el Seis Naciones que arranca hoy. Francia, Gales e Inglaterra son los aspirantes a derrocar a los del trébol.

El 21 de marzo del año pasado, en el Millennium Stadium de Cardiff (Gales), Irlanda alcanzaba su cénit. Un drop poco académico del apertura Ronan O'Gara certificaba su triunfo en el torneo -la anterior databa de 1985- y sobre todo el Grand Slam, que no se obtenía desde 1948.

Merecida recompensa, tras años de decepciones, para una excepcional generación de jugadores, liderada por su emblemático capitán, Brian O'Driscoll. Un símbolo asimismo del renacimiento del rugby irlandés y de su liga «por condados», que ha logrado tres de las cuatro últimas Copas de Europa: las del Munster en 2006 y 2008, y la del Leinster en 2009.

Bajo la dirección del entrenador Declan Kidney, depositario de un esquema de juego simple pero implacable puesto a punto en Munster, el XV verde terminó su fastuoso año haciendo tropezar a Sudáfrica (20-15) y empatando a domicilio contra Australia (20-20). El calendario juega en su contra. Recibe esta tarde en Dublín a Italia, pero luego deberá visitar las siempre difíciles canchas de Francia e Inglaterra.

Este 2010 se anuncia crucial para el devenir del equipo galo y de su entrenador, Marc Lièvremont, después de los decepcionantes terceros puestos de 2008 y 2009. Serían los legítimos favoritos si no mostraran una perpetua irregularidad.

Brillantes vencedores en Nueva Zelanda en junio (22-27), barridos en noviembre en Marsella por esos mismos All Blacks (12-39), capaces de hundirse en Twickenham ante una moribunda Inglaterra (10-34) y de escalar la a priori insuperable montaña sudafricana (20-13), Francia es una incógnita antes de su primer desplazamiento, mañana en Escocia. Los tricolores tienen una calendario favorable, puesto que reciben en París a Irlanda e Inglaterra, teniendo como salida más complicada la visita a Cardiff, el 26 de febrero.

Gales, que alcanzó el Grand Slam en 2008, aguardará con ganas de revancha. El año pasado, su esperanza de repetir hazaña se vio truncada en la capital francesa (21-16). Pero antes tendrán que afrontar, esta misma tarde, un determinante choque contra Inglaterra en Twickenham, donde hace dos años pusieron la primera piedra de su triunfo.

Precisamente, el XV de la rosa volverá a poner en juego su credibilidad, en una competición que no gana desde 2003. El rugby inglés atraviesa una crisis existencial, alimentada por la marcha de sus mejores jugadores al lucrativo Top 14 francés y por los pobres resultados de la selección desde que está bajo la dirección de Martin Johnson.

Pero Inglaterra nunca se da por vencida y podría beneficiarse de un calendario benigno, recibiendo a Gales e Irlanda antes de visitar a Francia.

Completan el cuadro una Escocia en proceso de renovación bajo la batuta de Andy Robinson -la victoria ante Australia (9-8) en noviembre puede ser una buena base-, y una Italia que, privada por lesión de su capitán y maestro de juego Sergio Parisse, intentará ante todo evitar la cuchara de madera.

AVIRON 13

PERPINYA 30