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Bittor Rueda Muñoz y Marije Ribas Eskibel Miembros de la izquierda abertzale

¿Qué sería la maza sin cantera?

La verdad es que ya vale de lecturas simplistas con melodía del discurso hegemónico de la socialdemocracia occidental, que estamos aburridos de oír menospreciar a los revolucionarios de otras épocas para parecer más post y, a renglón seguido, hablar de iluminación

El punto de vista del antiguo materialismo es la sociedad civil; el del nuevo materialismo, la sociedad humana o la humanidad socializada. Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo» (10ª tesis sobre Feuerbach).

Se siente la presión del paso del tiempo en las generaciones de la izquierda abertzale, y lo que ayer se dio por supuesto, aprendido en propias carnes, hoy se desprecia de la manera más sutil, con una crítica ligera y sin argumentos.

Decíamos una compañera y yo, comentando la famosa clarificación de la línea política, que tenía pinta de batiburrillo, de mezcla de diferentes plumas, que sobre todo trasmitía, desde la perspectiva marxista, una desorientación del análisis político, que poseía una serie de contradicciones que cualquier análisis dialéctico dejaba a la luz; no se sabe si es una adecuación táctica o estratégica y si las masas garantizarán la correcta dirección, finalmente, o en base a que se va a producir esa acumulación de la pata coja.

Escribía el otro día un compañero (GARA, 30 de enero), adiskide, que no camarada, que estamos en la época post, en el día después de todas las revoluciones, donde los bolcheviques quedarán relegados a sus cuevas, y emergerán las masas para hacerse cargo de la revolución; quizás naranja, y en Facebook.

Todo esto nos ha producido un cierto resquemor, ése que induce la crítica velada a no se sabe qué secta dentro de la secta, bien mancillada tildándola de bolchevique, y además, para más ofensa, con muy buena intención.

La primera reflexión que nos viene a la cabeza es si tan mal orientados hemos estado hasta ahora y, si así fuera, cuál sería la nueva orientación. Esto no se refiere al manido tema de siempre, sino a en base a qué hacemos todo nuestro análisis y si somos izquierdistas o todavía queda algo de marxismo por aquí. Siguiendo la máxima de que conservar lo bueno no es ser conservador, nos gustaría hacer ese debate, que, por otra parte, ya es el típico debate que se da en todos los giros de cadera de la izquierda abertzale, ahora socialdemocracia ahora anti-capitalismo; la táctica nos gusta, pero bien aderezada.

La segunda es quizá la de en nombre de quién habla quién, ya que, debido a la situación de semiclandestinidad que sufrimos, no se sabe a quién hay que pedirle cuentas por el desaguisado, por tanta orientación e interpretación. La verdad es que parece demasiada coincidencia que se publique el texto de la canción a la vez que el documento de la tercera asamblea, cuasi secreto y auto destruible, a los dos días del fin de la fecha oficial del cierre de redacción (esta vez al menos lo han respetado). Creía la vieja y la nueva guardia estar curada de espanto, pero ver a tanto dirigente y líder, que no cuadro boltxevique, diciendo lo que va a salir de los debates, ver remitirse invitaciones anónimas a posicionarse en cierta dirección (de nuevo sobre el aburrido tema), y las series de cartas envenenadas de nuestros enemigos, perdón, publicadas por nuestro enemigos, uno ya no sabe a qué atenerse, descargas sí, pero y ¿qué más? Preferimos corrientes alternas y continuas, por lo menos se las ve venir.

Como la verdad es revolucionaria, decimos que nos gustaría que el debate se hubiera desarrollado de otra manera; que esa vocación y voluntad de superar los cuadros y las masas se hubiese hecho realidad, pero en este caso no sabemos a qué se refiere, aunque sí que sabemos que, así como la maza no es nada sin cantera, tampoco la masa es nada sin cantera. Es decir, que así como el artista se nutre de la materia social, la política se basa en la organización, y ésta en sus estructuras, hechas por cuadros, rombos y rectángulos. Si en algún debate se ha dado hipertrofia en las estructuras, no ha sido en éste, cuestión que ha sido en su perjuicio, nunca hemos actuado con tanta fe, obligada, hacia la dirección.

La verdad es que ya vale de lecturas simplistas con melodía del discurso hegemónico de la socialdemocracia occidental, que estamos aburridos de oír menospreciar a los revolucionarios de otras épocas para parecer más post y, a renglón seguido, hablar de iluminación. Lo primero e insuperable es el análisis social marxista, más allá de que en aquella época no existieran los móviles, y lo segundo que bolchevique se refiere a los mayoritarios, frente a los mencheviques o minoritarios. Este último punto es crucial para el momento que vivimos, ya que siendo una unidad popular, no está muy claro quién propone, quién enmienda, quién aprueba y, sobre todo, los que influencian o nos explican lo qué vamos aprobando y en qué sentido.

Finalmente recordar, para no perdernos en las intenciones, que esta diatriba no tiene otra razón de ser que un comentario ofensivo y discordante dentro de una interpretación más o menos triunfalista, que destila cierto simplismo, también molesto. Vamos a discutir en paz, o hacernos la ilusión de ello, que ya conocemos el percal, la melodía, el motivo y, sobre todo, el contexto, y por cierto, sin necesidad de CD, ya que en su día circuló el concierto de marras sin censura y en formato vinilo, grabado en Nicaragua, decían, y también en casete.

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