Varias avalanchas matan a 166 personas en el paso de Salang, en el norte de Afganistán
GARA |
Los equipos de rescate encontraron 166 cadáveres en el paso de Salang, en el norte de Afganistán, que quedó bloqueado tras varias avalanchas de nieve. Construido en la época soviética, tiene 2,6 kilómetros de longitud y atraviesa la cordillera de Hindu Kush. Este paso es imprescindible para enlazar Kabul con algunas de las más importantes ciudades del norte.
El ministro afgano de Defensa, Abdul Rahim Wardak, informó que alrededor de 3.000 personas quedaron atrapadas dentro de sus coches. De ellas, rescataron a más de 2.500.
«Según el último balance, al menos 166 de nuestros compatriotas perdieron la vida y otros 135 resultaron heridos», declaró a la prensa Suraya Dalil, ministro interino de Salud Pública.
Previamente, el portavoz del Ministerio de Interior, Zemarai Bashary, explicó que 32 vehículos quedaron destruidos y otros 70 sufrieron importantes daños por un gran alud de nieve cuando circulaban por el paso estratégico de Salang, situado en la provincia norteña de Parwan. Estos datos son provisionales, ya que la carretera aún no había sido totalmente despejada, según informó Bashary.
El general Mohammad Rajab, responsable de esta vía, advirtió de que el número de víctimas mortales podría ascender en la medida en que los equipos de rescate encontraban más cuerpos congelados.
Ayer por la tarde, soldados afganos, policías y campesinos continuaban buscando cadáveres. Los más afortunados tenían palas a su disposición. Los demás debían contentarse con medios más artesanales. Bashary se mostró «impresionado» por los «esfuerzos» de los equipos de salvamento.
Las avalanchas sorprendieron a los conductores que fueron arrastrados por el alud hacia los impresionantes acantilados que bordean la carretera, según el testimonio de un fotógrafo de la agencia France-Presse que estaba en el luchar cuando ocurrieron los hechos.
El gobernador de Parwan, Basir Salangi, indicó que al menos 14 supervivientes fueron descubiertos en un autobús sepultado por la nieve. «Es un milagro. Sobrevivieron 37 horas bajo la nieve, que penetró en el autobús a través de los cristales rotos», subrayó.
El ministro de Salud remarcó que se trata de uno de los desastres naturales más trágicos en la historia reciente del país, atormentado por 30 años de guerras y, actualmente, azotado por los intensos combates entre las fuerzas ocupantes y los talibán.
El presidente Hamid Karzai expresó sus condolencias a las familias y ordenó a las autoridades «hacer todo lo posible para reabrir el túnel lo antes posible y dar ayuda a los la necesitan».
El 27 de marzo de 1997, en el mismo paso de Salang, al menos 80 personas desaparecieron tras una serie de aludes.
Ese mismo año, la Alianza del Norte lo dinamitó para cortar en dos Afganistán y dificultar así el avance de la milicia talibán, ya instalada en el poder en Kabul. El túnel llegó a convertirse en un cementerio de minas y explosivos.