Procesamiento por la redada del 13 de octubre
La izquierda abertzale anima a implicarse a más agentes
Los ocho procesados por la redada del 13 de octubre rechazaron ante el juez Baltasar Garzón las conclusiones del sumario y reiteraron que su trabajo fue político y tuvo como resultado la propuesta de Altsasu. Los cinco encarcelados hicieron además un llamamiento de ánimo a las bases de la izquierda abertzale para seguir por esa vía. Txelui Moreno declaró ante los medios que ahora se entra en otra fase donde deben pronunciarse otros agentes y también el Estado.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El juez Baltasar Garzón llamó ayer a su despacho a Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Amaia Esnal, Txelui Moreno y Mañel Serra para comunicarles su procesamiento por «integración en organización terrorista» a través de un organismo bautizado en el sumario como Bateragune.
Los procesados, que pasaron uno a uno ante el juez, negaron por falsa la interpretación que en el sumario se hace de sus actividades. Según informó a este diario su abogada, Jone Goirizelaia, volvieron a explicar ante Baltasar Garzón que su trabajo ha sido únicamente político y que ha dado como resultado la propuesta de Altsasu, declaración hecha pública el pasado 14 de noviembre y en la que la izquierda abertzale apuesta por buscar un escenario democrático a través de vías y medios exclusivamente políticos. Y también señalaron que fruto de ese trabajo es el debate que se ha dado estos meses en la izquierda abertzale y cuya resolución final se conocerá en los próximos días.
En el trajín de declaraciones y esperas, los procesados en libertad condicional pudieron estar y abrazar en algunos momentos con los que permanecen encarcelados. A la salida de la Audiencia Nacional, Txelui Moreno declaró a GARA que Otegi, Díez, Zabaleta, Jacinto y Rodríguez insistieron en dar muchos ánimos a las bases de la izquierda abertzale para seguir por el camino emprendido en la declaración de Altsasu. Moreno se emocionaba al contarlo: «Dicen que adelante, que hay que seguir, que ése es el camino y que ni un paso atrás. Insistían en que mucho ánimo y adelante».
Por lo demás, comentó que había visto a los encarcelados muy bien, «aunque algo más flacos, probablemente por la huelga de hambre».
«Nueva fase»
Txelui Moreno fue también el encargado de hacer declaraciones ante los medios de comunicación antes de entrar en la Audiencia Nacional. Explicó, en primer lugar, que su presencia allí se debía a la redada del 13 de octubre, en la que detuvieron a nueve dirigentes independentistas, con la que «el Gobierno español, el Ministerio del Interior, trató de abortar el incipiente debate abierto en la izquierda abertzale. Rubalcaba no consiguió romper el debate ni condicionarlo -resaltó-; es más, han dado más fuerza a la militancia y a la participación para que el debate llegase a buen puerto».
Añadió que «no sólo intentó condicionar el debate con nuestras detenciones, sino también con la de los jóvenes y con la represión que ha continuado durante estos meses y con la labor intoxicadora de algunos medios de comunicación. No lo ha conseguido -reiteró Moreno-. Ha fracasado. Sabemos que la gran mayoría de la izquierda abertzale está a favor del proceso democrático y ése es el recorrido que tenemos que hacer».
Txelui Moreno apuntó que la izquierda abertzale ya había hecho su camino, que el debate ya se ha producido y que pronto se conocerán sus conclusiones. Y dio un paso más para señalar que «ahora entramos en una nueva fase en la que los agentes políticos, sociales y sindicales del país también van a tener que posicionarse ante el proceso democrático, para ver si somos capaces entre todos de que este proceso democrático no sólo comience sino que llegue a buen puerto».
Emplazamiento al Gobierno
Estando en Madrid, Moreno no quiso dejar pasar la oportunidad de dirigirse al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Partiendo de nuevo de que la izquierda abertzale ya ha dado un paso por iniciativa propia, manifestó que «nos gustaría saber hasta qué punto es capaz el Gobierno español de aceptar ese proceso democrático y que la mayoría pueda decidir lo que quiera. Que acepte el principio democrático».
Concluidas sus declaraciones -en las que también dedicó un saludo a los miembros del Colectivo de Presos Políticos Vascos y la lucha que están desarrollando en las cárceles-, algún periodista insistió en saber si Txelui Moreno condenaba o no el uso de la violencia por parte de ETA. Éste volvió a poner sobre la mesa que la izquierda abertzale ya ha definido que «el proceso democrático debe darse en ausencia de violencia y de injerencias externas». Ante la insistencia del periodista, zanjó la cuestión afirmando que «nosotros ya hemos definido la forma en la que tiene que darse el proceso, nos gustaría saber si el Gobierno español va a aceptar también esas premisas de ausencia de violencia y de injerencias». Le pidió que «actúe en consecuencia» y que abandone «lo que actualmente es una confrontación pura y dura».
Tres días para recurrir
Tras la comunicación de los procesamientos por «pertenencia a organización terrorista» hecha ayer por el magistrado Baltasar Garzón, la defensa de los ocho independentistas vascos tiene un plazo de tres días para presentar recurso.
Una vez más, las agencias españolas insistieron ayer en destacar que Arnaldo Otegi era el máximo responsable de ese llamado Bateragune y que entre sus actividades delictivas estaría la de «conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA» para facilitar «los contactos» con formaciones soberanistas «que se muestren contrarias a la violencia y que exijan su cese como requisito para continuar».
Los ocho encausados negaron las acusaciones de Baltasar Garzón e insistieron en que todo el trabajo que hicieron fue político y que su resultado puede verse en la declaración de Altsasu y en el actual debate de la izquierda abertzale.
El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, también confirmó ayer que habló con EA para alertarle de cualquier acercamiento a la izquierda abertzale. Ares explicó en ETB que «simplemente pretendo ser coherente con lo que hay que hacer: buscar la máxima unidad de todos los partidos en la lucha contra el terrorismo y que esa unidad nos lleve a que ETA desaparezca lo antes posible y a que no cometamos errores que retrasen el final de la banda terrorista, el final de su actividad. Por lo tanto, que contribuyamos todos a que ETA llegue lo antes posible a la conclusión de que tiene que abandonar la actividad terrorista».
En esta línea, puso el acento en que los datos policiales apuntan a que la organización armada «se está preparando» para cometer atentados. «Se ha visto de lo Portugal, los zulos que se han localizado en Francia, las detenciones que hemos hecho recientemente en Euskadi y Jaca... Por lo tanto, no parece que la izquierda abertzale tenga éxito en pedir a ETA que lo deje definitivamente», concluyó.
Desde el otro lado de la barrera, el secretario general de EA, Pello Urizar, dio una versión algo diferente: «Ares me transmitió que sí reconoce que hay un movimiento en la izquierda abertzale, pero le da la sensación de que no es suficiente todavía y de que van a faltar todavía unos cuantos años para que sea efectivo». Por su parte, apuntó que EA espera al desenlace del debate de la izquierda abertzale para ver «hasta qué punto están dispuestos a mojarse o no. Cuando eso quede claro, EA decidirá si hay posibilidades de avanzar o no», dijo en Telebilbao. GARA
El abogado sudafricano Brian Currin, que ha reconocido su implicación en la iniciativa de la izquierda abertzale, llevará su mensaje a Madrid el martes 23 de febrero. Lokarri ha convocado una conferencia con el título «¿Cómo reactivar el proceso de paz?», en la que se espera que aborde la posición estatal. En octubre del pasado año, en Donostia, saludó la posición de la izquierda abertzale y pidió ayuda al resto de agentes vascos.GARA
Pasado mañana se cumplirán cuatro meses de la redada que llevó a la cárcel a Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez por trabajar en las bases para un debate que ahora todos los políticos esperan con expectación.
