Como el taco o la cuña debajo del mueble que cojea, el regreso de Stanko Barac servirá a al Baskonia para equilibrar un poco la desventaja de centímetros -Splitter sigue descartado- que padecerá ante el Khimki en el transcendental partido de esta tarde en Zurbano. En principio, la batalla interior parece perdida ante el equipo ruso, que pasa por ser el segundo mejor reboteador de la Euroliga gracias a labor de la pareja formada por sus dos torres, Robertas Javtokas (2,10) y Timofey Mozgov (2,16).

«Tenemos que intentar ganar el partido como sea, ellos son grandes y fuertes en el juego interior, lo que es una ventaja, pero ser pequeño y rápido también lo es», señaló en la previa Dusko Ivanovic, sabedor de sus limitaciones interiores, con el croata fuera de forma tras varias semanas fuera del equipo y con Lior Eliyahu limitado físicamente durante las últimas semanas.

Recuperado English de su problema de gastroenteritis, con la paulatina entrada en el quipo de Brad Oleson, lo que pueda aportar Dean en este torno y el gran momento de Pau Ribas, por fuera el equipo azulgrana dispone de un abanico muy amplio de opciones y el público de Zurbano también deberá poner su granito de arena en la pugna bajo los aros.

Vuelve Scariolo

Y es que la intensidad deberá ser uno de los puntos fuertes del equipo azulgrana en un choque clave para entrar a los cruces, en el que Sergio Scariolo seguro tiene preparada más de una trampa.

Preguntado por el rival, Ivanovic destacó que «Khimki tiene dos bases anotadores muy buenos -Cabezas y Raúl López- además de McCarthy y Langford, dos aleros de calidad. En el Top 16 todo es posible, lo hemos visto, cualquier equipo te puede sorprender, sólo hay que creer en las posibilidades de cada uno», advirtió el montenegrino.

Igualado al Baskonia en Euroliga, el Khimki de Scariolo llega después de vencer al Dynamo de Moscú en su liga, y siguiendo la estela del CSKA de Moscú en la competición doméstica.