Tras tres semanas de espera, los aficionados de la Real suspiran por volver a celebrar una victoria. Martín Lasarte va un poquito más allá y, puestos a pedir, confía en volver a enlanzar una buena racha como la que confirmó definitivamente a su equipo como uno de los principales candidatos al ascenso.

«Sería muy importante sumar de nuevo buenos resultados e intentar coger otra racha que nos permita mantener o, si es posible, aumentar las diferencias», deseó el técnico, aunque reconoció que las cosas no le han ido tan mal a la Real en el plano clasificatorio, pese a su pequeño bache de resultados. Y es que «nosotros miramos lo nuestro, pero a los demás también les cuesta. Me pareció muy significativo que hace dos semanas el primero recibiera al último en su casa y perdiera. Eso demuestra que es un campeonato parejo. Además, está bastante claro quiénes pelearán por arriba y por abajo y de la misma manera que navegar en medio da la sensación de no obligarte a tanto, estar arriba o abajo, te obliga mucho y se nota».

En definitiva, que no hay partido fácil, ni rival pequeño. Mucho menos un Nástic que presume de ser el visitante más peligroso de la categoría. «Tiene una contra muy rápida, agresiva, y buenos futbolistas», explicó Lasarte, para el que su equipo debe «intentar jugar donde su presión sea menor, tratar de finalizar las jugadas para que no nos quiten el balón; y menos en el tránsito porque eso te elimina a medio equipo. Eso es lo más difícil contra equipos de esa naturaleza».

Una fórmula con la que los donostiarras esperan reencontrarse con la victoria. No sólo por lo que supondría en el plano clasificatorio, sino porque, aunque Lasarte recuerde que la «madurez deportiva» debe estar por encima de «ganar o no ganar algunos domingos», también admite que «ganar te da confianza y valentía, de la misma forma que no ganar te las quita». Y también afecta al rival. «Que los contrarios sientan que el de arriba parece inalcanzable, desmotiva», recordó.

De momento, toca volver a ganarse esa vitola. Lasarte dirigirá la última sesión previa a ese intento en Zubieta (10.00), en principio con mejores condiciones que las de los últimos días.