bobadas alpinas
Seguros
Los accidentes por aludes ocurridos en las últimas semanas han estado fuertemente mediatizados, que el tema de las avalanchas siempre ha gozado de cierto fervor popular, junto con maremotos, etc, en la imaginería del desastre telúrico. En Francia, el rescate del joven Cedric Genoud, despues de haber permanecido 17 horas enterrado bajo la nieve, ha monopolizado las noticias de los periódicos durante dos días, efectivamente eclipsando cualquier milagro haitiano de la misma índole. Pero el enfoque de cara a la opinión pública y la consiguiente reacción por parte de esta, caracteriza el suceso como el de joven imprudente que sale de las zonas seguras de la pista y le pasa lo que le pasa. Los comentarios han ido subiendo de tono y al final es un gilipollas que se salta todas las normas y no duda en poner en peligro su seguridad y la de otros dando lugar a grandes gastos que ha de pagar la sociedad y todo lo demás. «!Que lo pague él de su bolsillo!», es el comentario preferido de los foros. Ni qué decir tiene que las compañías de seguros se están frotando las manos (u otras partes del cuerpo) y a pesar de estar asegurado nuestro joven, han salido a la palestra declarando que quizás no le cubran todos los gastos en razón de su conducta imprudente y que si tal que si cual. Digo yo, viéndolo desde el punto de vista de un guerrero de sofá: ¿Y por qué hay que pagar el accidente de un esquiador “de pista” que imprudentemente se desliza por esas pendientes heladas, en lugar de estar como yo viendo la TV?