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Mala racha a domicilio

Los rivales suavizan la resaca

La derrota del Deportivo en Cornellá mantiene a la escuadra rojiblanca a sólo dos puntos de la sexta plaza.

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Amaia U. LASAGABASTER I

El domingo se mostró algo más clemente con un Athletic que, pese a la derrota en El Madrigal, se mantiene a sólo dos puntos del sexto puesto. Nada le había salido bien la víspera a la escuadra rojiblanca, pero al menos los rivales -al menos el Deportivo, que perdió en Cornellá-, permitieron que la resaca fuera algo más suave.

Tampoco el Getafe aprovechó la oportunidad de atrapar a los bilbainos, aunque su desventaja ya es de sólo un punto. Lo cierto es que si el rendimiento de los bilbainos no está siendo el mejor en estos primeros compases de 2010, tampoco lo está siendo el de sus rivales en la pelea europea. Frente a los siete puntos que ha sumado el equipo rojiblanco en estas siete jornadas, Deportivo y Getafe se han quedado en ocho e incluso el Sevilla ha flojeado, plantándose en nueve. En definitiva, que Europa sigue a tiro y, una semana más, el Athletic tendrá el próximo domingo la posibilidad de dormir en la sexta plaza.

El problema es que intentará anular su desventaja con bajas de consideración en sus filas, como consecuencia de un encuentro que no dejó un solo dato positivo. A la dolorosa derrota frente al Villarreal, se le unieron las expulsiones de Javi Martínez y Pablo Orbaiz -además de la de Joaquín Caparrós-, que no podrán enfrentarse al Tenerife, con lo que el técnico deberá recomponer por completo el centro del campo.

Aunque Caparrós aseguraba a la conclusión del choque que «la expulsión de Javi hay que verla», las imágenes de televisión y el acta del encuentro no dejan demasiado lugar a las dudas. El navarro fue expulsado «por golpear voluntariamente con el codo a un adversario, con el balón a distancia de ser jugado», redactó Clos Gómez, con lo que difícilmente podrá jugar Javi Martínez el domingo. Menos aún Pablo Orbaiz, que incluso podría recibir un castigo mayor, teniendo en cuenta que el árbitro añade más comentarios a la explicación de la segunda amarilla. Ésta fue mostrada «por derribar a un contrario en la disputa del balón»; pero a continuación, Clos Gómez añade que «tras ser mostrada la segunda amonestación, tiró del cabello a un contrario. Tras ello, me cogió el brazo impetuosamente en señal de disconformidad, siendo retirado por un compañero».

Tampoco hay demasiado que comentar sobre la expulsión de Joaquín Caparrós que, ya a la conclusión del choque, consideraba comprensible la decisión del colegiado, con el que había hablado para expresarle sus disculpas. «He entrado a disculparme porque no he hecho lo correcto y es lógico que haya decidido expulsarme», explicó el técnico, para el que la roja se debió a que «he abandonado el área técnica». Clos Gómez fue algo más allá en el acta y aseguró que Caparrós había salido «corriendo detrás del jugador local expulsado de manera agresiva y con ánimo de recriminarle una acción anterior».

En definitiva, que los tres seguirán el encuentro frente al Tenerife desde el palco.

Doloroso

Fue la guinda a un encuentro que, como reconocía ayer Carlos Gurpegi, resultó muy doloroso para los rojiblancos. «Duele porque hemos pasado de ganarlo prácticamente todo fuera de casa a llevar cinco partidos sin ganar -recordó el navarro-. Duele porque era un rival directo, que seguramente ahora estará con nosotros en la pelea por alcanzar los puestos de Europa. Y sobre todo duele porque el equipo hizo méritos como para empatar el partido».

El centrocampista, de todos modos, reconoció que el equipo no había estado fino en algunas facetas, sobre todo a la hora de defenderse. «Cuando analizas los goles fríamente, creo que todos somos conscientes de que hay momentos en los que algo más se puede hacer. Aunque también cuenta el acierto del rival», matizó.

Los rojiblancos restan importancia a los penaltis fallados

La maldición de los penaltis preocupa, pero no más de lo necesario. Sobre todo porque, como se ha querido insistir desde el equipo, es una faceta en la que se trabaja mucho y, por lo tanto, en la que se mejorará.

Carlos Gurpegi reconocía que lo sucedido en El Madrigal «fue una pena, pero como veis los que venís a Lezama, es algo que entrenamos. No estamos acertando como nos gustaría, pero seguiremos trabajando y el próximo que lo tire tiene que tener la confianza de todos», destacó.

En la misma línea se expresó Joaquín Caparrós. «La gente que va a Lezama sabe que habrá pocos equipos que ensayen tanto los penaltis como el Athletic», subrayó. A.U.L.

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