La demanda de la OTAN de más tropas tumba al Gobierno neerlandés
Los Países Bajos celebrarán elecciones anticipadas antes del verano después de que los laboristas del PvdA abandonaran la coalición de Gobierno, dejando al primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende, en minoría. El PvdA se oponía a prorrogar la presencia militar neerlandesa en Afganistán después del verano, tal y como había reclamado la OTAN. Los Países Bajos tienen desplegados 1.950 soldados en la convulsa provincia de Uruzgan.
GARA |
El Gobierno de los Países Bajos se disolvió ayer, víctima de sus divergencias internas sobre la permanencia de tropas en Afganistán después del verano, tal y como desea la OTAN, abriéndose la vía a las elecciones anticipadas «probablemente antes del verano».
El primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, anunció a las cuatro de la madrugada de ayer la ruptura del Ejecutivo de centroizquierda que dirigía desde 2007.
Entregó su dimisión a la reina Beatriz, que se encontraba de vacaciones en Austria y con quien mantuvo una conversación telefónica, anunció el portavoz de Balkenende, Henk Brons.
«Habrá elecciones probablemente antes del verano, en junio como muy tarde», anunció a France Presse un portavoz del Ministerio del Interior, Vincent van Steen.
Reunidos desde el viernes hasta ayer a la madrugada, los ministros de los Países Bajos no lograron ponerse de acuerdo sobre la respuesta a la demanda de la OTAN de mantener una misión militar neerlandesa reducida en Afganistán después del verano.
Los laboristas (PvdA), uno de los tres partidos de la coalición, junto al CDA de Balkenende y los socialcristianos de (CU) de André Rouvoet, se opusieron, mientras que el primer ministro, presionado por EEUU, defendía que el debate continuase. El PvdA optó por retirarse de la coalición de Gobierno, lo que supuso su caída.
Presentes en Afganistán desde agosto de 2006, los Países Bajos tienen desplegados 1.950 soldados en la provincia de Uruzgan, una zona de fuerte presencia talibán, donde los insurgentes no han cesado de ganar terreno estos últimos años pese al continuo aumento de tropas occidentales.
La retirada neerlandesa de Afganistán debe comenzar en agosto y concluir a finales de año, según una decisión que el Gobierno adoptó en 2007.
Ahora, «todo el mundo espera que la reina disuelva el Gobierno y ordene que se celebren elecciones lo antes posible», añadió Brons. En este caso, añadió, las doce carteras laboristas se repartirán temporalmente entre los otros dos socios de la coalición.
«Intentamos encontrar una solución durante 16 horas», subrayó el ministro de Exteriores, Maxime Verhagen (CDA), lamentando «mucho que haya faltado voluntad para examinar todas las posibilidades que existían».
El PvdA «no podía seguir en este Gobierno y mantener su credibilidad», explicó el líder laborista, Wouter Bos, ministro de Finanzas hasta ayer.
«Debido a la desconfianza instalada desde hace tiempo, el Gobierno no podía seguir gobernando, eran las polémicas quienes gobernaban», afirmó Agnès Kant, del Partido Socialista (SP), principal formación de la oposición.
Geert Wilders, del PVV (extrema derecha), mostró su satisfacción por la caída del Gobierno.
Los talibán, según la OTAN, oponen una resistencia encarnizada a las fuerzas afganas y occidentales en Marjah, una región rebelde del sur afgano, donde la Policía comienza a prepararse para desplegarse tras la ofensiva militar.
El comandante de la OTAN en Kabul indicó que en el noroeste y oeste de Marjah se registran combates «difíciles», añadiendo que «la actividad de los insurgentes no se limita a estas zonas».
«Hablamos de Marjah desde hace meses y siempre hemos dicho que sería un combate encarnizado», añadió el capitán Abraham Sipe, portavoz de los marines estadounidenses desplegados en la provincia de Helmand.
«Hay bolsas de resistencia en la ciudad donde [los talibán] oponen una fuerte resistencia», explicó el capitán Sipe, previendo «una importante amenaza de minas artesanales» en el terreno.
400 policías afganos se desplegaron ayer en el centro de Marjah, primer paso para el establecimiento de una presencia gubernamental en esta zona controlada desde hace dos años por los talibán, indicó a France Presse el general Mohaidin Ghori, comandante de las fuerzas afganas en la operación.
Estos policías, especialmente entrenados para esta misión, tendrán su base en el centro de Marjah.
Excavadoras y camiones antiminas se encuentran ya en Marjah, así como camiones que han transportado material de construcción para, según los responsables militares sobre el terreno, iniciar la construcción de una nueva base militar en esta localidad. Patrick BAZ