«Vincularme con ETA busca criminalizar la resistencia»
Jamal Juma es la cara visible de la campaña contra el Muro del Apartheid que Israel levanta en Cisjordania. Su detención el pasado 15 de diciembre es una muestra del incremento de la represión que el Estado sionista está llevando a cabo en los últimos meses para intentar ahogar la resistencia palestina e impedir las muestras de solidaridad internacional.
Alberto PRADILLA |
Jamal Juma, nacido en Jerusalén hace 47 años, es un referente internacional en la lucha contra ese muro ilegal con el que Israel trata de encerrar a los palestinos en ghettos inviables dentro de Cisjordania. Coordinador de la campaña Stop The Wall, Juma fue detenido el 16 de diciembre del pasado año, acusado de «actos ilegales contra Israel» y de «vinculación con organizaciones terroristas», una imputación que trata de ligarle con organizaciones tan diferentes como ETA, Hizbulah o el EZLN. Pero más allá de la anécdota, la detención de Juma es un punto y seguido dentro de la campaña de persecución contra las organizaciones palestinas de resistencia contra el muro puesta en marcha por el Gobierno de Benjamin Netanyahu (Likud).
La presión internacional es, a juicio del coordinador de Stop The Wall, la razón por la que Israel decidió liberarle. Pero muchos otros palestinos continúan bajo arresto acusados únicamente de tomar parte en las manifestaciones que, cada viernes, denuncian la construcción de la barrera de hormigón.
Usted ha sido uno de los muchos palestinos que forman parte de organizaciones populares contra la ocupación israelí y que han sido detenidos por el Ejército sionista. ¿Por qué cree que Tel Aviv ha incrementado ahora su presión contra la sociedad civil palestina?
Desde el principio tuve claro que la detención buscaba atacar la resistencia popular palestina. No soy la primera persona a la que detienen. Mi colega Mohammed había sido arrestado tres meses antes, y muchos otros activistas están siendo también detenidos. Israel está atacando al movimiento popular en distintos niveles. En primer lugar, comenzaron con los jóvenes activistas de los pueblos donde se realizan movilizaciones; posteriormente siguieron con los comités populares, los que organizan las actividades y trabajan en estas localidades. Finalmente, pusieron en el punto de mira a figuras que ellos creen que son responsables de este movimiento. Están intentando acabar con la resistencia popular porque han comenzado a asustarse de que pueda convertirse en el principio de una nueva Intifada. Estas manifestaciones han comenzado a crecer y a extenderse hacia otros municipios. Otro de los objetivos de Israel es controlar la solidaridad internacional. Desde que comenzaron a construir el Muro, la solidaridad internacional se ha transformado, y comienzan a verse cada vez más acciones efectivas sobre el terreno. La más importante, la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), que día a día está logrando más adhesiones y éxitos. Atacando la resistencia aquí creen que podrán frenar la solidaridad internacional.
¿Cuáles fueron las acusaciones con las que el Ejército israelí trató de justificar su detención?
En primer lugar, me acusan de incitar a acciones contra Israel. Me responsabilizan de estas manifestaciones y actividades sobre el terreno, o como ellos lo denominan, «poner en peligro la seguridad de Israel». La segunda razón está en el nivel internacional, y es la de estar conectado con «organizaciones terroristas». Cuando mis interrogadores me dijeron esto, yo comencé a reír y les pregunté a qué grupos se referían, ya que no conocen mi historial. Lo único que saben es que soy comunista, pero llevo siéndolo desde la primera Intifada, en eso no he cambiado nunca. Les pregunté a qué se referían y ellos me respondieron que les hablase sobre Hizbulah. Pero ésta es una organización fundamentalista religiosa, yo estoy en el lado opuesto a ella. ¿Qué me ha podido aportar Hizbulah? Tenemos contactos en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Sudamérica, con organizaciones de derechos humanos, partidos políticos, parlamentos... ¿Para qué necesitaría yo a Hizbulah? Soy una persona referencial en la lucha contra el Muro y las colonias, ¿para qué los necesito? Suena incluso embarazoso, estúpido. Luego me preguntaron si había viajado a Euskal Herria. Y les dije que sí, claro, ya que he tomado parte en conferencias organizadas por la sociedad civil. Y su siguiente pregunta fue si me había reunido con ETA. Yo les respondí que no estoy interesado en preguntar a nadie sobre su identidad política, así que si tuve encuentros con alguien en Euskal Herria que pertenezca a cualquier organización, no está dentro de mi trabajo. Me reúno con cientos de personas a lo largo del año. Me preguntaron lo mismo sobre los zapatistas, ya que también he viajado a México. Pero yo no estoy interesado en averiguar la militancia política de nadie. Mi labor es luchar contra las violaciones de los derechos humanos, denunciar que el Muro y los asentamientos son ilegales según la normativa internacional, que constituyen la mayor amenaza para la paz en la zona y que están condicionando mis derechos como palestino. Les dije: «si queréis llevarme frente al juez por luchar contra las colonias, de acuerdo, es mi lucha. No tengo ningún problema».
¿Qué pensó cuando sus interrogadores le preguntaron sobre la organización armada vasca?
En realidad no hablaron demasiado sobre ello, es una cuestión demasiado estúpida. Es decir, ¿cuál es el problema que tiene Israel con ETA? Es un intento de criminalizar a la resistencia civil palestina, a los defensores de los derechos humanos. Quieren mandar un mensaje a la sociedad española, para que no nos consideren activistas por los derechos humanos, sino conectados con otro tipo de organizaciones. Esto es totalmente estúpido. No tengo nada que ocultar, mis viajes y mi mensaje son muy claros. Hablo sobre defensa de derechos humanos y globalizar la lucha en el mundo. No estoy interesado en estar vinculado a ningún grupo, ya que si lo estuviese, militaría en organizaciones palestinas. No tengo ninguna vinculación con ningún partido político palestino en concreto, a pesar de tener una vocación muy política y ser leal a mi causa liderando esta campaña contra el Muro y las colonias. Creo que ésta es una vía apropiada. Tengo muy buena relación con todos los partidos políticos palestinos, así como con los movimientos sociales a nivel internacional. Nosotros unimos el caso palestino a la lucha de los diferentes pueblos en el mundo. Pedimos a la comunidad internacional que apoye la causa palestina y nosotros también apoyamos a todos los pueblos en el mundo que sufren la opresión y que padecen la conculcación de sus derechos. Se trata de una lucha internacional para vivir libremente, para lograr la propia independencia, como cualquier otro pueblo en el mundo. El de Israel es un intento estúpido que busca criminalizar la resistencia civil palestina. Porque constituimos un movimiento con el que no pueden acabar. Y por eso están deteniéndonos.
En los últimos seis meses, más de 160 personas de los Comités de Resistencia Popular y otras organizaciones contra el muro han sido arrestadas en Cisjordania. ¿En qué situación está ahora esta iniciativa después de los continuos golpes del Ejército?
Esto no es nuevo en la historia de nuestra lucha. En todo momento, cuando Israel trata de acabar con la resistencia y la revolución, su violencia genera una reacción contraria a lo que busca. Ofrece más determinación al pueblo. Lo mismo ocurre con la resistencia popular. En los últimos seis meses han sido detenidas más de cien personas, pero no han conseguido acabar con las manifestaciones. Cada vez que detienen a una persona, en cuanto es liberada puedes volver a verla en las marchas y actividades contra el Muro. Es estúpido pensar que se puede terminar con las ganas de luchar de este pueblo de esta manera. Al contrario. Nos da más fuerza. En mi caso ha sido así. Además, la publicidad internacional que este tipo de detenciones están generado resulta beneficiosa para nosotros. Creo que fui liberado gracias a la importante presión internacional que se generó en torno a mi caso. Si no hubiese existido esa presión, podían haber alargado mi arresto por períodos de seis meses, porque no había ningún tipo de cargo contra mí y utilizan estas detenciones administrativas cuando no quieren liberar a alguien durante un largo período de tiempo, cuando lo que buscan es, simplemente, mantenerlo encerrado. De hecho, el archivo secreto sobre tu causa no puede verlo nadie, ni siquiera tu abogado. La presión internacional ha sido lo que ha logrado mi liberación.
¿Cómo fue su detención? ¿En qué condiciones ha pasado el mes que ha permanecido en manos del Ejército israelí?
Fui trasladado a Moskobiyya, en Jerusalén, uno de los centros con peor reputación. Allí permanecí 25 días, en un régimen de semiaislamiento. Aunque todos los días pasaba gente por ahí. Los primeros días, especialmente, fueron de muchos interrogatorios. La situación dentro es terrible. La celda es de apenas dos metros por dos metros y medio, hay luz a todas horas y no está permitido saber qué hora es. Todo está sucio, las sábanas huelen ya que no se han lavado en años. Sólo me permitieron cambiarme la ropa interior cuando llevaba 18 días allí. Después de quince días pude utilizar un cepillo de dientes, aunque sólo la cabeza, y no te puedes imaginar qué difícil es lavarse los dientes con un utensilio tan pequeño. La ducha está en un lugar muy sucio, en la esquina de un baño muy húmedo, la comida es horrible...
«Israel ataca al movimiento popular en distintos niveles: activistas de los pueblos, comités populares y a quienes creen que son responsables del movimiento»
«Atacando la resistencia en Palestina creen que frenarán la solidaridad internacional, que día a día coge más impulso y efectividad»
«Pedimos a la comunidad internacional que apoye la causa palestina y nosotros apoyamos a todos los pueblos oprimidos»
«Todo lo relacionado con la vida diaria de la población palestina va a estar controlado por el Muro. Nos encierra y controla»
Israel comenzó a construir el muro en 2002 y, a pesar de que fue declarado ilegal por el Tribunal de Derechos Internacionales de la Haya, ha proseguido con su trayecto y tiene previsto concluirlo el próximo año. ¿Qué situación se vive en Cisjordania y, especialmente, en los pueblos afectados por el muro?
La situación en los pueblos es muy mala, aunque el Muro está afectando a toda Palestina. Está desmantelando la línea verde, cantonalizando a la población. No se me ocurre un sistema de seguridad peor, que encierra a los palestinos y controla sus movimientos. Todo lo relacionado con la vida diaria de la población va a estar controlado por el Muro. Además, Israel quiere imponer la división geográfica resultante del Muro. Y esto es imposible. Se trata de un sistema de apartheid, racista y colonial. Y por eso vamos a seguir luchando, porque no estamos dispuestos a vivir en ghettos y llamarlos solución y paz.
Pero en los últimos tiempos se siguen haciendo llamamientos a la negociación, a pesar del avance del muro y las colonias. Incluso el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, señaló recientemente que se sentaría en una mesa en caso de que Israel congele durante tres meses la construcción de asentamientos en Jerusalén Este...
Esto es muy peligroso y estamos por completo en contra. Abu Mazen [Mahmud Abbas] tendría que mantenerse en su posición previa, en la que señalaba que no negociaría si no se congelaba la construcción de todas las colonias en todo el territorio palestino. Es muy peligroso, ya que puede poner en cuestión toda la solidaridad internacional que hemos recibido. A.P.