La mayoría sindical vasca ante la situación económica
«La patronal está envalentonada porque lo que pide, lo consigue»
El dirigente de la primera central de Euskal Herria pone en valor la senda trazada por la mayoría sindical con la huelga general el 21 de mayo, las 131.894 firmas de apoyo al decálogo y el inicio de movilizaciones. Afirma que los gobiernos se han rendido ante el poder financiero y la patronal y adelanta que las reformas que se gestan en Madrid «no traerán nada bueno».
Juanjo BASTERRA | BILBO
El líder de ELA señala que el Gobierno español, los empresarios y los sindicatos avanzan hacia un nuevo Pacto de la Moncloa. A juicio de Adolfo Muñoz «Txiki», la patronal «está envalentonada», porque «sabe que lo que pide, lo consigue» y considera «muy grave» que el presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, manifieste que la negociación colectiva es «un sinsentido».
ELA profundiza en las reivindicaciones para avanzar hacia la transformación social y considera que los pasos que está dando la mayoría sindical vasca son un ejemplo a nivel internacional, a la hora de hacer frente a los poderes económicos y políticos que se han aliado en contra de la clase trabajadora.
¿Qué análisis hace del momento actual de la economía vasca?
La economía vasca está estancada, porque aparte del problema internacional al que se le ha atribuido el origen de la crisis, tiene problemas específicos sin resolver. En el Estado español, la banca no funciona. Ha recibido un montón de dinero público pero no llega en la medida que se solicita a las empresas y a los ciudadanos. El dinero está en manos de los ricos, pero no impulsan la economía, porque se orienta a la especulación. En cambio, el dinero vía salarios dignos o prestación social en manos de la gente que no llega a fin de mes sí activa la economía porque necesita el consumo, pero se hace la política económica contraria.
¿Han fracasado los gobiernos de López y Sanz al no ser capaces de crear empleo ni riqueza?
Han fracasado las políticas realizadas en época de crecimiento. Han sido insensatas desde un punto de vista social. Cuando convocamos la huelga del pasado 21 de mayo, quienes conformamos la mayoría sindical de este pueblo decíamos que nos era indiferente quién gobernara, porque el cambio de partidos no suponía un cambio de políticas. Teníamos razón. Ni con López ni con Sanz ha habido ningún cambio, con la particularidad de que en la CAV se ha sumado el apoyo de la minoría sindical. No ha habido ni una sola medida que afecte en negativo al poder económico, ni las van a tomar, porque los gobiernos están en manos del poder económico y la patronal.
¿Cómo se le da la vuelta a esta situación?
Haciendo lo que estamos haciendo y siendo más efectivos. Lo que estamos haciendo tiene un grandísimo valor, viendo cómo está el contexto internacional, donde los gobiernos están cautivos del poder económico: banca y patronal. Los empresarios desde una posición privilegiada creen que pueden ir a la ofensiva y atacar las condiciones de trabajo. El movimiento sindical comprometido tiene un grandísimo trabajo.
¿Se siente decepcionado porque no se han tenido en cuenta las diez medidas anticrisis del decálogo de la mayoría sindical?
Sí, pero no sorprendido. El decálogo les retrata. Interesa que el debate se haga sobre el gasto; como no hay dinero, se recorta. Pero la gente no sabe que hace cuatro días han eliminado el impuesto del patrimonio a los ricos; no sabe, porque no interesa que haya debate social, qué políticas fiscales se han hecho en el IRPF en beneficio de las rentas altas o en el Impuesto de Sociedades. La política de las haciendas vascas ha sido insensata y en este momento quieren ocultar su responsabilidad. Teníamos razón cuando convocamos la huelga general, decíamos que si no cambiaban las políticas vendrían los ajustes. Y en el decálogo, entre otras medidas, aparte del empleo y su calidad, había una crítica demoledora a la política fiscal.
El presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, pidió reducir el Impuesto de Sociedades a la media europea.
Diferenciando el tipo nominal del real, el tipo real del impuesto está bastante por debajo de la media europea. La patronal en el Estado español, según la estadística europea, es la que más dinero ha ganado en la época de crecimiento económico en Europa, la que menos ha invertido en la economía real y, como consecuencia, es la que más ha llevado los beneficios a la economía especulativa, causa de la crisis. Uno de los problemas de la crisis tiene que ver con el reparto injusto de la riqueza. Todo lo que vaya desde la óptica sindical a distribuir más justamente la riqueza será parte de la solución.
¿Qué medidas se necesitan?
Una, el impulso de la negociación colectiva. Es el suelo que el sindicalismo no puede abandonar. La segunda, pidiendo otras políticas públicas, entre otras cosas, porque no es posible hacer una política de solidaridad, de costear un estado digno de bienestar para quienes son expulsados del mercado de trabajo y de actuar contra las bolsas de marginación. Se ha descapitalizado lo público con la connivencia de los gobiernos y haciendas públicas para favorecer los intereses del capital y las patronales. Me parece una obscenidad que la patronal, que no paga impuestos, siga reivindicando eso.
¿Es insaciable?
Hace unos días el presidente de la patronal guipuzcoana, Eduardo Zubiaurre, hacía una serie de reflexiones, si sumas lo que plantean las patronales llegas a la conclusión de que son un peligro social. Los gobiernos permiten a la patronal que pase a la ofensiva. Nos decía Adegi, `dejarme hacer todo el ajuste de empleo que quiera'. Dicho sea de paso, con caídas del PIB más elevadas que las de aquí, en otros países europeos se ha destruido muchísimo menos empleo.
¿Por la precariedad laboral?
Sí, por el colchón de la temporalidad. Se está destruyendo gratis, muy barato. Pero Adegi también plantea que el empleo que se quede lo haga en condiciones de flexibilidad, es decir que produzca a tope. Tenemos convenios firmados que no se cumplen porque hay gente necesitada que trabaja doce horas al día cobrando seis euros y medio a la hora, en sectores con convenio y en la obra pública. Es una llamada de ese comportamiento impune al resto de empresas. Socialmente es pernicioso. Estamos llegando a un límite muy negativo. Una de las conclusiones que sacamos es que habrá negociación colectiva y se van a cumplir los convenios donde haya realidad sindical activa y reivindicativa.
Zubiaurre también habló de flexiseguridad.
Sí, el presidente de Adegi planteó la flexiseguridad. Algo así como que se queden el empleo que quieran, el resto que se vaya fuera y les den prestaciones sociales. Si se suma, se verá que los empresarios han decidido que no quieren pagar impuestos y que el poder político se lo permite, que no da el sistema. Es una foto en la que no hay posibilidad de cohesión social. La patronal está muy envalentonada y tiene una doctrina muy fundamentalista que se explica por el nivel de connivencia con la clase política. Hay un pulso de intereses. La patronal piensa en el día después de la crisis. Quiere que se sustituya el empleo caro por otro en condiciones precarias y a bajo coste.
Ya manifesté que valoramos de forma positiva las conclusiones de la reflexión interna, ya que aparece con claridad una apuesta por vías civiles y democráticas. Es el camino y debe consolidarse. Viendo las reacciones que ha suscitado está claro que no todos parece que se alegren de que una reflexión política concluya que el debate se tiene que abordar por vías civiles y democráticas. Es una reflexión política. La que ha hecho Batasuna es propia y política. Como tal reflexión en términos políticos nos parece muy positiva. Ese es el camino que la gran mayoría de la sociedad está esperando y es un camino que parece incomodar a quienes, a sabiendas que a eso se dedicaban los detenidos el 13 de octubre, fueron encarcelados. J. BASTERRA
Más sosegado, una vez que ha podido analizar las reacciones que ha suscitado el documento de la izquierda abertzale, ¿el secretario general de ELA tiene algo nuevo que decir en torno a ese tema de indudable actualidad?
Ya manifesté que valoramos de forma positiva las conclusiones de la reflexión interna, ya que aparece con claridad una apuesta por vías civiles y democráticas. Es el camino y debe consolidarse. Viendo las reacciones que ha suscitado está claro que no todos parece que se alegren de que una reflexión política concluya que el debate se tiene que abordar por vías civiles y democráticas. Es una reflexión política. La que ha hecho Batasuna es propia y política. Como tal reflexión en términos políticos nos parece muy positiva. Ese es el camino que la gran mayoría de la sociedad está esperando y es un camino que parece incomodar a quienes, a sabiendas que a eso se dedicaban los detenidos el 13 de octubre, fueron encarcelados. J. BASTERRA