El San Antonio viajó ayer a Suecia, donde hoy se mide al Guif Eskilstuna en el partido de vuelta de los octavos de final de la Recopa de Europa (17.00), un trámite para los navarros que afrontan el choque con un colchón de 18 goles, tras vencer 40-22 en la ida.

«Afrontamos el partido con la tranquilidad lógica que da el tener esa renta, pero también con el máximo respeto para tratar de hacer otro buen partido en Suecia manteniendo la línea de juego que llevamos y, si es posible, ganar», declaró el técnico antoniano, Chechu Villaldea, consciente de que sólo una auténtica debacle podría privarles del pase a la siguiente ronda.

Precisamente, una de las mejores bazas del conjunto sueco es el ambiente que se crea en su pabellón, un recinto con capacidad para unos 2.000 espectadores que siempre se llena: «Ellos querrán ganar ante su afición y dejar un buen sabor de boca en Europa», insistió Villaldea.

Después de enfrentarse a ellos, tiene claro que el rival tiene en la velocidad de su juego ofensivo y del contraataque su mejor arma: «Cuentan con un buen portero y dos extremos rapidísimos como Tholin y Zachrisson».