GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

La Copa de baloncesto de 2010 se disputa en el BEC

Las alegrías del derbi se convierten en impotencia de juego y cánticos

Deben suspirar en TVE y otros, ya que para la final tienen el Barcelona-Real Madrid que siempre soñaron. El conjunto baskonista dejó de existir a partir del segundo cuarto ante un equipo madrileño que realizó una soberbia defensa y tuvo un gran ariete en Lavrinovic.

p010_f01_777x777.jpg

CAJA LABORAL BASKONIA 50

REAL MADRID 78

Arnaitz GORRITI

Diez minutos después de recibir un sonoro sopapo ante el Real Madrid en la segunda semifinal copera, buena parte de la hinchada baskonista seguía animando, al punto que los de Ivanovic salieron a saludar a sus fieles, que los recibieron al grito de campeones. Y hablamos de una derrota de 28 puntos ante el Real Madrid. Al que suscribe le dura la piel de gallina.

Ya desde el primer momento se pudo ver que las alegrías del derbi quedaron atrás. El Real Madrid no dejaba que los baskonistas realizaran juego alegre alguno, defendiendo muy encima de Teletovic. Asimismo, los lanzadores gasteiztarras saltaron con el punto de mira desviado. De esta guisa, y con un Kaukenas muy enchufado, los de Messina se pusieron rápidamente con ventaja. La idea de Ivanovic de sacar a Singletary de titular no dio resultado, así que tuvo que echar mano de Huertas con prontitud.

Afortunadamente, San Emeterio seguía con la vena anotadora y de sus penetraciones, más un Stanko Barac que dio un puñetazo sobre la mesa, los alaveses limaron la desventaja madrileña hasta lograr sendas igualadas a 15 y 17. Incluso se pusieron por delante después de que Barac clavara el primer triple baskonista del primer cuarto. Del primero y del segundo, ya que los de Ivanovic no volvieron a acertar de tres hasta después del paso por vestuarios.

El principio del fin: parcial 9-23

En arranque del segundo período llegó la última ventaja local: 21-18. Los gasteiztarras se atascaron y los de Messina cerraron las líneas de pase con el interior. Los ataques baskonistas se diluían en una sucesión de balones perdidos. Era el principio del fin.

Por su parte, el Real Madrid halló la vía anotadora que buscaba a través de los triples. Primero fue Lavrinovic, que pese a firmar un 0 de 7 en tiros de dos, anotó dos triples seguidos. Al ala-pívot lituano se le sumó Travis Khansen con otros dos lanzamientos por detrás de la línea de 6,25 metros. Para la siguiente ocasión que se movió el marcador alavés, canasta de dos de Lior Eliyahu, el marcador madrileño ya tenía 30 tantos. Pero aquella sangría iba a tener continuidad hasta la llegada del descanso. Sólo English supo sumar por parte baskonista con dos canastas más. Mientras, Velickovic y Llull seguían martilleando el aro vasco hasta poner el 27-40 definitivo en el marcador. En total, un parcial de 9-23 que iba a resultar una losa.

En este período hay que destacar los numerosos cambios que intentó Ivanovic para tratar de arreglar el desaguisado. Pero no hubo caso; dar ración de banquillo a Barac suponía perder, de largo, la batalla por el rebote, mientras que con el croata en la cancha, la circulación de balón no era lo fluída que debiera. Al mismo tiempo, si Barac y eliyahu coincidían en la cancha, ambos se quitaban espacio mutuamente y adolecían de blandura a la hora de dar e interceptar los pases. Y mientras tanto, Teletovic, bien defendido, seguía con cero puntos. Por primera vez se echó de menos a Splitter, pero de verdad.

Al «pilla pilla»

A partir del receso, el Caja Laboral Baskonia lo intentó todo y más para dar caza al Real Madrid, pero sus tentativas se quedaron en agua de borrajas, una suerte de juego de «pilla pilla» -precisamente, uno de los entretenimientos de los tiempos muertos consiste en este juego- en el que los de Ivanovic corrían y corrían, pero con la consciencia de que jamás podrían conseguir la remontada. Jugadores como Huertas seguían sin dar una y sólo Eliyahu arregló algo sus números, mostrando un poquito de amor propio que tanto se echó en falta en otros.

Entre Lavrinovic y Kaukenas se encargaron de que la ventaja madrileña fuera en aumento. El colmo de la desgracia fue un palmeo de Eliyahu que los árbitros anularon, acertadamente, tras visionar el instant replay.

El último período, donde los de Ivanovic sólo anotaron 7 puntos, sobró por completo. La hinchada madrileña tuvo su ración de «olés» mientras que la afición bilbaina y baskonista -que siguió cantando hasta con el partido acabado- se retaron a ver cuál de los dos incordiaba al vecino con más gracia. De hecho, fue lo único que tuvo gracia en un último período simplemente para olvidar.

Precedentes

El Barcelona y el Real Madrid se han enfrentado en un total de 158 partidos ACB, saldados con un balance de 86 victorias para el equipo blanco y 71 para los catalanes. Centrándonos en la Copa, hay 14 precedentes, con un balance de 12-2 culé.

Esta Copa no es del Rey, es del Baskonia y su entregada afición

Por mucho que la normalidad nos traerá esta tarde al rey de los españoles al BEC, esta Copa no es suya, la Copa es del Baskonia y sobre todo de su volcada afición, que es la que más disfruta y la que más se crece en estas magnas citas -quizá conviene recordar el día a día-. Como viene siendo habitual, la azulgrana volvió a ser no sólo la más numerosa, sino que también fue la más ruidosa y entregada. Los cincuenta minutos posteriores a la conclusión del partido, con constantes cánticos y bailes, que hicieron volver al equipo de vestuarios, son de enmarcar y guardar.

A medida que el pabellón se fue llenando, el color rojo elegido este año por el club se fue adueñando y el fondo de detrás de la canasta en la que atacó el Real Madrid en la primera parte, con gente incluso en los pasillos, adquirió un ambiente que por momentos recordaba al infierno griego del OAKA o el pabellón de La Paz y la Amistad, pero con mucha menos agresividad.

El punto negativo del buen ambiente vivido llegó en los últimos minutos del partido, cuando el Baskonia no tenía ninguna opción de seguir adelante y las dos aficiones vascas se enfrascaron en absurdos provincianismos y, en vez de unirse a corear el «Ikusi mendizaleak» o el «Maite zaitut», se utilizaron los términos «bilbaino» y «patatero» con un duelo despectivo que duele en uno y otro sentido. Lo que tiene mucha menos explicación y resulta mucho más difícil de digerir es el ver a aficionados con la camiseta del Bilbao Basket celebrar los triples de Lavrinovic como si la vida les fuese en ello. Será curioso comprobar en qué se puede quedar la final tan mediática que queda para hoy sin la pasión baskonista, visto el número de aficionados blancos y culés. Jon ORMAZABAL

Ivanovic se lamentó de la falta de respuesta colectiva

Dusko Ivanovic, que antes que nada tuvo palabras de agradecimiento a la afición, mostró su convencimiento de que el equipo será capaz de rearmarse moralmente. «No tuvimos un juego colectivo y así es imposible contra un equipo como el Real Madrid. El rebote ofensivo ha sido un lastre».

J.O.

Gipuzkoa Basket

El escolta esloveno con pasado ACB Domen Lorbek firmará por lo que resta de campaña con el Lagun Aro GBC de Donostia. Hermano de Erazem Lorbek (Barcelona), esta temporada estuvo en el Cajasol (2,8 puntos en 13 minutos de media).

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo