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la copa de baloncesto 2010 se disputa en el BEC

El rastro de polvo de estrellas culé deslumbra a Valencia Basket

VALENCIA BASKET 64  

BARCELONA 72

A. G.

Una de las características de las estrellas es que nunca emiten una luz constante; siempre es variable, a veces mayor, otras menor, y por eso, según nuestra percepción éstas titilan.

Algo así podría decirse de las estrellas del Barcelona en esta Copa. Su intensidad es muy variable y apenas hay ningún elemento que ejerza de luz de faro. Hasta el momento hay que conformarse con chispazos, estelas ígneas de polvo de estrellas, que a decir verdad saben a poco, pero que bastan y sobran para deslumbrar a los rivales y lograr pasar a la final.

En el partido que abría las semifinales no se vio al mejor Navarro, ni al mejor Mickeal; las faltas demoraron un tanto la aparición estelar de Ricky Rubio y Erazem Lorbek tampoco estuvo a gusto sobre la cancha. Fue Fran Vázquez quien, a caballo del final del tercer cuarto y el inicio del último, abrió la brecha necesaria para que el Valencia Basket quedara momentáneamente cegado.

Ni el gran partido de Nielsen, que literalmente se echó el equipo taronja sobre el lomo, ni el buen acompañamiento de los Lishchuk o Perovic fue suficiente para dar la sorpresa. Los de Neven Spahija echaron de menos acierto en el lanzamiento triple y el control de rebote. Por ahí, y por la conexión Rubio-Vázquez, se les fueron sus opciones de llegar a la final.

K.O. por agotamiento

Después de un arranque con acierto que hizo que los de Pascual tomaran 9 puntos de renta, 13-22, los taronja plantearon la remontada en base al físico. Con Nielsen y Lishchuk dominando a Lorbek, el acercamiento, punto a punto, empezaba a darse.

Y hasta lograron adelantarse, 46-45, pero ahí apareció Ricky Rubio, después de «chupar» mucho banquillo, dispuesto a hallar un socio con el que llegar a la final. Y ese socio no fue otro que Fran Vázquez. En el parcial de 5-17 que endosó el cuadro blaugrana al Valencia Basket, el «bogavante» anotó ocho tantos, varios de ellos tras preciosas asistencias del base de El Masnou. El de Chantada pidió el cambio, exhausto tras un esfuerzo en el que se impuso también en defensa y en el rebote, pero para entonces el luminoso marcaba un claro 51-62. K.O. por agotamiento y ceguera temporal por el brillo estelar.

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