La Policía turca detuvo ayer a más de cuarenta personas como parte de una investigación sobre una supuesta conspiración cuyo objetivo era derrocar al Gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan, de visita en Madrid. Entre los arrestados están el ex jefe de la Fuerza Aérea Ibrahim Firtina, el ex jefe de la Marina Özden Örnek y al menos otros cinco generales retirados y altos oficiales retirados y en servicio activo.

Los arrestos coincidieron con el incremento de la tensión en Ankara entre el gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) y la élite judicial laicistaa, tras la detención de un fiscal por sus vínculos con la red Ergenekon, organización laicistaa ultraderechista que conspiró para crear el caso derrocar al Gobierno.

Los militares detenidos podrían ser acusados de «pertenencia a organización armada».

Tanto Firtina como Örnek estuvieron vinculados en 2003 en un supuesto complot, denominado Balyoz, que fue desvelado en enero por el diario liberal «Taraf», y en diciembre declararon en el «caso Ergenekon». La redada de ayer se enmarca en la investigación del plan Balyoz, cuyo objetivo era atentar con bombas contra mezquitas para provocar la respuesta violenta de los fieles y provocar un incidente que aumentara la tensión con Grecia para evidenciar la incompetencia del Gobierno.

Esta operación era la última de una serie de conspiraciones militares, reveladas por la prensa, supuestamente destinadas a crear el caos y que ha generado varios procedimientos judiciales. El Ejército desmintió entonces que se tratara de un complot para dar un golpe de Estado.

El jefe del Ejército, Ilker Basbug, denunció una «campaña sicológica» para desprestigiar a las Fuerzas Armadas y advirtió del peligro de un «enfrentamiento entre instituciones».