Roberto podría regresar como titular a la que fue su casa durante muchas temporadas y desde la que dio el salto a Osasuna. Una sobrecarga que se produjo Ricardo en el isquiotibial izquierdo a falta de diez minutos para la conclusión del choque contra el Valladolid mantendrá, al menos, la duda a lo largo de la semana de quién será el portero en El Molinón y abre la puerta -pequeña, bien es cierto- a las opciones del portero gallego.

La verdad es que Roberto está pasando inadvertido en Liga y no es que se haya ganado una oportunidad por sus actuaciones en la Copa, donde ha dejado muchas incógnitas sin resolver con episodios de inseguridad en las salidas a balones aéreos, muchos nervios e imprecisiones a la hora de atenazar la pelota y descoordinación con sus compañeros en la línea defensiva.

Todo apunta a que Ricardo, fijo indiscutible, conseguirá recuperarse de sus molestias tras permanecer en reposo los próximos días, pero la siempre voluble evolución de las lesiones musculares aporta un grado de incertidumbre respecto a quien defenderá la meta rojilla en el estadio asturiano.

El propio cancerbero madrileño trató de quitarle hierro a esta circunstancia al asegurar que «esperemos que no sea nada grave, pero habrá que ver cómo evoluciona». Relató, asimismo, cómo en el último tramo del partido frente a los pucelanos «sentí dolor y me asusté porque pudiera ir a más al forzar en una salida o un sprint, pero ya habíamos hecho los tres cambios y tenía que sufrir hasta el final».

Ello no fue obstáculo para que el veterano arquero salvara a su equipo del 0-2 en un disparo de Manucho, contrarrestando así algunos errores que había cometido en la primera mitad, a los cuales también se refirió. «Se me escapó el balón muy fácil y no sé por qué, pero hay que seguir concentrado. Un buen jugador debe olvidar su fallo cuanto antes porque quedaba mucho partido por delante», explicó.

Pequeñas lagunas dentro de una línea más que notable la que lleva Ricardo en la presente temporada. A sus 35 años, se le ve con la misma ilusión de un chaval -«es una de las claves para seguir en la élite futbolística», refrendó- y es uno de los guardametas con menor media de goles encajados. «Cuando era más joven miraba a ese tipo de estadísticas, pero con el paso del tiempo me he ido dando cuenta que esos números son más una labor conjunta del equipo que mérito particular», expresó.

Una escuadra, por cierto, que no estuvo ciertamente fina ante el Valladolid en cuanto a nivel futbolístico y actitud, opinión que no compartió Ricardo. «Lo intentamos desde el principio, pero a veces sale y otras no sale. Hubo varios balones al palo y estamos sobre todo satisfechos porque conseguimos levantarnos rápido ante la adversidad de encajar un gol en el minuto 80», contrapuso.

Empate meritorio

Por ello, le dio mucho mérito al empate, «fruto de que supimos echarle casta», porque «seguimos sumando y manteniendo a los rivales en la lucha por la permanencia a cierta distancia», lo que no significa que no se planteen otras metas, «pero eso tiene que ser cuando falten tres o cinco jornadas, ahora es hablar de humo».

De momento, el objetivo, por lógica y también por la irregularidad mostradas, no puede ser otro que el de «alcanzar cuanto antes los 42 ó 43 puntos, y en esa labor estamos», dado que obtener los puntos ante rivales necesitados «cuesta sangre, sudor y lágrimas». Si Ricardo está en lo cierto, no parece que los aficionados vayan a divertirse mucho en El Sadar durante esta segunda vuelta.

Aunque eso no significa para el portero rojillo que Osasuna haya tocado techo en cuanto al nivel de exigencia que se le puede pedir. «Las sucesivas jornadas nos lo irán marcando, pero está claro que conseguir una marca como la reciente de cuatro partidos consecutivos ganados no está al alcance de todos, creo que sólo de equipos grandes, como el Barcelona o el Real Madrid», comentó orgulloso.

En cuanto al apartado personal, la ya mencionada meritoria temporada que viene firmando el guardameta madrileño le ha valido la renovación automática en fechas recientes, una noticia que viene a traer estabilidad en el trabajo diario de Ricardo. «Pues me da tranquilidad para seguir trabajando al tener un techo seguro sobre el que guarecerse deportivamente la próxima temporada», indicó sobre la prórroga de su contrato,