Liberación de masa salarial, empezar de cero y buscar un plus para los play off. O lo que es lo mismo, ahorro, reconstrucción y refuerzo. La semana de intercambios que pone en pie de guerra a todos los mentideros NBA cuajó sin demasiadas sorpresas y con pocos grandes nombres en los traspasos.

El movimiento más escandaloso, con hasta ocho jugadores, tres equipos y varias rondas del draft involucradas, es el que tiene a Tracy McGrady como protagonista. El escolta ha pasado con más pena que gloria por Houston Rockets, una franquicia que confió en él para acompañar a Yao Ming en el viaje hacia un anillo que nunca llegó.

McGrady ha demostrado tener una maltrecha condición física que apenas le ha dejado disputar una temporada al completo. Los Rockets han decidido no renovar a una superestrella de la liga que, aunque seguramente firmará a la baja, lastraba económicamente las intenciones de los tejanos.

De esta forma, Houston puso encima de la mesa a McGrady. Aunque hubo varias franquicias interesadas, fue New York la que apostó más fuerte y se hizo con los servicios del escolta. Los Knicks enviaron a Jared Jeffries y Jordan Hill a Houston y el efecto dominó colocó a Nate Robinson y Marcus Landry en Boston, a cambio de Eddie House, JR Giddens y Bill Walker.

La primera consecuencia es que Houston contará con más dinero para fichar en verano, que Boston parece reforzar su posición de base con la llegada de Robinson y que New York se encuentra sumergido en una vorágine de cambios sin control aparente.

Además, el mismo día 18, Houston pactó el intercambio de Carl Landry y Joey Dorsey por Kevin Martin y Hilton Armstrong con los Kings de Sacramento. Un nuevo movimiento de la franquicia tejana en busca de un verano holgado en lo económico ya que Landry opta a su primer gran contrato.

Para cerrar el círculo, los Knicks también negociaron con Sacramento para que Larry Hughes pasase a las filas de los californianos y el canario Sergio Rodríguez recalara en la Gran Manzana.

Jamison a los Cavs

Era cuestión de tiempo que tras el incidente de las pistolas en el vestuario de los Wizards de Washington, la franquicia capitalina comenzase un proceso de reconstrucción concienzudo. Si una de las patas del inestable banco era el dueño de las armas, Gilbert Arenas, la otra era Antawn Jamison, un tres-cuatro con gran capacidad anotadora que nunca ha hecho cuajar ningún proyecto.

Ahora Jamison dejará de ser una referencia ya que sus huesos han ido a parar a Cleveland a cambio de Zydrunas Ilgauskas. En los Cavs, Jamison tendrá que dejar de ser una reina para convertirse en un caballo o un alfil. Mientras, Ilgauskas enfila el final de su carrera en territorio hostil y es posible que acelere su presencia en Europa antes de retirarse a su Lituania natal.

Los Wizards, inmersos en ese costoso y traumático proceso de la reconstrucción, comenzaron a dar pasos días antes del trueque con Cleveland. Así, Caron Butler, Brendan Haywood y Deshawn Stevenson fueron a parar a Dallas a cambio de Josh Howard, Drew Godden, el ex baskonista Singleton y Quinton Ross.