Tim Burton busca con su «Alicia» que uno vuelva a «sorprenderse como un niño»
C. A. | LONDRES
«Alicia en el país de las maravillas» es una llamada de atención, un pellizco para «intentar recuperar la capacidad para sorprenderse con las cosas nuevas que caracteriza a los niños», según el director de la película, el histriónico, y siempre sorprendente, Tim Burton.
«Alicia no es una alegoría sobre la vuelta a la infancia ni una película para niños», explicó Tim Burton en Londres, donde promociona esta película, que llegará al Estado español el 16 de abril. Al director estadounidense le gusta explorar historias, dijo él mismo, en las que los personajes «comprenden la vida desde un punto de vista novedoso y extraño».
Precisamente ese punto de vista novedoso y extraño es el que le ha inspirado a la hora de versionar a los personajes del escritor británico Lewis Carrol.
El director de «Charlie y la fábrica de chocolate» sostiene que, pese a las innumerables versiones que existen de «Alicia en el país de las maravillas», ninguna llegaba a convencerle, por lo que se planteó que su película fuera «diferente» a lo que se había hecho hasta ahora, con una interpretación «más libre» de la historia y de los personajes. «Sin embargo -puntualizó-, todos los diseños se hicieron mirando a los dibujos de John Tenniel -el artista que ilustró la primera edición del libro en 1865-, porque, aunque no hayamos calcado sus ideas, teníamos que respetar el espíritu de unos personajes que se han convertido en auténticos iconos».
El resultado de este difícil equilibrio es que «Wonderland» se convierte en «Underland» y el color se torna en decadencia en un lugar cuyos habitantes se caracterizan por estar rematadamente locos.