Urgell alega que una trinchera salvará a Praileaitz de las explosiones
La consejera de Cultura, Blanca Urgell, alabó ayer los cambios que introducirán al decreto 120/2007 relativo a la cueva de Praileaitz (Deba), porque ahora, según dijo, protegerán casi de forma absoluta a este santuario rupestre situado en plena cantera. Un optimismo que no comparten expertos ni grupos como Praileaitzen Lagunak y unos cambios que crean serias dudas a partidos como EA, a preguntas de cuyo parlamentario comparecía ayer la consejera.
Amaia EREÑAGA | GASTEIZ
«Lo primero que voy a hacer va a ser defender al viceconsejero (Antonio Rivera), a la consejera (Isabel Celáa) y al Grupo Socialista, porque opino, desde mi responsabilidad, que no ha habido un cambio en la postura, aunque sí en los términos en la que se plantea. Proteger Praileaitz era y es nuestro objetivo, y ahora ha cambiado porque tenemos mejores conocimientos técnicos y porque hemos encontrado, como Gobierno, una mejor respuesta», alegaba ayer Blanca Urgell en la comisión del control del Parlamento de Lakua, donde comparecía a raíz de una interpelación presentada por Jesus Mari Larrazabal, parlamentario de Eusko Alkartasuna.
El cambio de postura del que hablaba la consejera se refiere al mantenimiento de un decreto contra el que su partido lanzó críticas durísimas en legislaturas anteriores; un texto que regula la protección de esta cueva, que es Bien Cultural, y contra el que se han lanzado muchas voces, alertadas por el peligro al que se encuentra sometido este «santuario rupestre». «Han cambiado las posiciones y no tengo nada en contra de ello -apuntó el parlamentario de EA, Jesús María Larrazabal-. Seguramente, entrar en el Gobierno ha traído un mayor realismo al viceconsejero de Cultura y a la consejera de Educación».
Cambio radical de opinión o simplemente de terminología, la cuestión es que las variantes que la actual consejería de Cultura ha introducido en la protección de la cueva de Praileaitz se alejan bastante de lo recomendado por los expertos, tanto externos, como institucionales (los de la Diputación de Gipuzkoa proponen un contorno de 100 metros de protección de la cueva frente a la actividad de la cantera de Sasiola).
Las pinturas, que se extienden de forma irregular por el techo y las paredes de la cueva, son de «un material muy frágil y las vibraciones surgidas de las explosiones de la cantera pueden ponerlas en peligro», reconoció Urgell. Las vibraciones máximas permitidas son de 4 milímetros por segundo, pero como al menos en un caso se ha registrado alguna emisión mayor, los técnicos de su departamento habría encontrado la solución: «Si la cantera quiere realizar explosiones en una zona de 65 y 130 metros tendrá que hacer una trinchera, de dos metros de ancho y con una profundidad y un ángulo preciso, utilizando sistemas mecánicos».
Dos puntos «fuertes»
«Es verdad que la Diputación de Gipuzkoa propone una protección de cien metros, pero no hay ninguna seguridad, sino lo contrario, de que poner más metros facilite una mayor protección que una trinchera», apuntó Urgell. Una «trinchera» que impediría de facto la llegada de las vibraciones a la cueva... ¿pero, en todos los casos? «No hay que ser doctor en física para entender que, si quitas el transmisor, si retiras el material que está en medio, la transmisión de las vibraciones no se produce», explicó Urgell. «Hay que destacar que hacer esta trinchera conlleva una solución de raíz, un arreglo absoluto, novedoso y caro».
Junto a la cueva, el segundo punto que necesita una protección extrema es la ladera donde se ubica. Según Blanca Urgell, con la Ley de Costas queda totalmente protegida e incluso lo estaría mejor que bajo la Ley de Patrimonio, ya que con esta última, apuntó, corren el riesgo de que sea un juez quien tenga que dilucidar «sobre quién tiene más derecho, si el patrimonio o quienes tienen la concesión de la cantera».
La Ley de Costas, por tanto, en su opinión «proporciona una protección total». En caso de que hubiera algún problema, ellos pondrían los medios. La cuestión es que, hasta ahora, Praileaitz también estaba protegida por esa misma ley.
Finalmente, Blanca Urgell se refirió a Praileaitz VI, la cavidad que se preservará ahora también para su estudio y que podría estar conectada con Praileaitz I, para lo que se ha creado «un corredor de seguridad».
«La solución que hemos adoptado es incluso mejor que la que proponía Jean Clottes: con la trinchera paramos el efecto de las vibraciones y con la Ley de Costas está protegida la ladera». El experto pedía 500 metros de protección.
Según Urgell, las trincheras hacen de pantalla absoluta. Larrazabal apuntó que hay voces que lo ponen en duda y que existe la posibilidad de que, con trinchera y todo, las vibraciones pueden propagarse por la tierra y afectar a la cueva.
Lo decía el parlamentario de EA, Jesus Mari Larrazabal, quien encontraba que, bajo estas medidas, subyace el temor económico a las reclamaciones que solicitaría Zeleta S.L., la concesionaria de la cantera de Sasiola. El representante de Eusko Alkartasuna, partido que el próximo lunes presentará una moción consecuencia de la interpelación -con lo que el asunto de Praileaitz seguirá su curso parlamentario-, planteaba en el pleno de ayer sus dudas sobre las causas por las que Cultura no optó por adoptar decisiones parlamentarias ya existentes (cuando el PSOE estaba en la oposición), por el juego con las cifras de los metros de protección -«¿por qué 65?, ¿por qué 60, 80 ó 100 y no 300?»-, por la Ley de Costas -«¿por qué ahora es suficiente y antes no?»-, por la efectividad de la «trinchera» y, sobre todo, por las razones de que no se fije una protección definitiva para la ladera y se opte por decir que «si falla» se preservará con otra ley.A.E.