Un envite con dos conjuntos al alza acogerá mañana el Stadium Gal, en donde se confía en que el Real Unión encadene su segunda victoria consecutiva -tercera en casa-, lo que le serviría de trampolín para abandonar los puestos de descenso, objetivo en el que la plantilla irundarra está enfrascada con ánimos renovados ante los últimos buenos resultados.

A cuatro puntos de la salvación, una nueva victoria ante sus aficionados sería todo «un subidón», como lo calificó Iñaki Alonso, para el entorno, que tendría «más efectos positivos en la clasificación» que los tres puntos del pasado domingo, cuando ganaron varios equipos de la zona baja.

Sin embargo, el Girona será un hueso duro de roer, tal y como ha demostrado en las dos últimas jornadas. Los catalanes arribarán a las orillas del Bidasoa después de haberle dado una paliza a domicilio al Rayo Vallecano (0-3) e imponerse en su estadio a la Real Sociedad (1-0), lo que ha traído consigo obtener la meta que persiguen los de Alonso, salir de las posiciones de la quema.

El técnico durangarra advirtió de la peligrosidad del rival, que llega «en su momento más dulce», si bien a favor de los suyos está el hecho de que considera que han alcanzado «un plus», que es lo que «permite ganar partidos o no perderlos». En cualquier caso, Alonso comentó que todavía les queda camino por recorrer para aprender a sentenciar los encuentros o cerrarlos cuando van ganando por la mínima.

Optimismo

«Soy optimista y quiero serlo porque este estado de ánimo nos ha dado mucho en los malos momentos, así que pienso que vamos a ganar al Girona», especificó el preparador del conjunto irundarra, quien subrayó que sólo deben fijarse en ellos mismos «para competir bien» y sacar los tres puntos.

Alonso agradeció el apoyo de la afición, a pesar de la complicada situación clasificatoria, y animó a los hinchas a que acudan al Stadium Gal para animar al Real Unión en el importante choque de mañana porque «el equipo, una vez más, se va a dejar el alma».