Cinco disidentes cubanos, cuatro de ellos en prisión, iniciaron una huelga de hambre para protestar por la muerte del preso político Orlando Zapata, fellecido el martes tras ayunar durante dos meses y medio, informó ayer la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos.

A los prisioneros recluidos en dos cárceles de seguridad de Pinar del Río se ha sumado el ex preso Guillermo Fariñas, un beligerante opositor, quien «se niega incluso a tomar agua», dijo la Comisión.

«Teníamos temor a un efecto dominó, muy peligroso, tras el fallecimiento de Zapata. La Comisión se opone a las huelga de hambre, por el principio de preservar la vida. Además, el Gobierno de Cuba no responde humanamente a esta clase de protestas pacíficas», declaró su portavoz, el disidente Elizardo Sánchez.