A últimas horas de ayer se estimaban entre 45 y 50 los muertos por el temporal Xynthia en el Estado francés, que también causó tres fallecimientos en el Estado español, otros tres en Alemania, uno en Portugal y otro en Bélgica.

El frente de lluvias y vientos de 150 km/h barrió el litoral atlántico, especialmente el departamento de la Vendée, donde fallecieron ahogadas unas 30 personas. La fuerza de las aguas rompió varios diques y anegaron localidades como L'Aiguillon-sur-Mer, donde fallecieron al menos 17 personas.

Además, más de un millón de hogares se quedaron sin suministro eléctrico. A última hora de ayer, todavía estaban sin electricidad medio millón de viviendas y se anunció que podrían pasar varios días antes de restablecerse el suministro.

El temporal provocó también graves afecciones a los transportes. Un centenar de vuelos de Air France fueron suspendidos, al igual que la circulación de trenes en el sureste, y hubo numerosos cortes de carreteras por árboles derribados.

En Portugal, donde murió un niño de diez años, el viento arrancó más de 2.500 árboles, alrededor de un millón de personas sufrieron cortes de suministro eléctrico, un millar de construcciones tuvieron destrozos y hubo más de 800 intervenciones por inundaciones.

8.000 hogares sin luz

En lo que se refiere a Euskal Herria, a última hora de ayer todavía continuaban sin luz unos 8.000 hogares, 5.000 de ellos en Gipuzkoa, 2.000 en Bizkaia y un millar en Araba.

También se produjeron varios accidentes a causa del temporal. El más grave tuvo lugar en la autopista AP-1, donde un panel de señalización fue derribado sobre las 23.35 del sábado y provocó un siniestro con ocho personas heridas, dos de ellas graves.

La AP-68, en Amurrio, y la carretera N-240, a la altura de Areatza, permanecieron varias horas bloqueadas al tráfico por la caída de cables de alta tensión. En Beasain varios caseríos fueron desalojados tras caer un cable de alta tensión. En Urduña 30 personas fueron desalojadas de sus domicilios tras haberse desprendido la cubierta de un edificio de siete viviendas. En Armiñon varias vigas del polideportivo salieron volando y se empotraron contra un chalé situado a 30 metros de distancia. Además, se produjeron numerosos incendios forestales, que ayer quedaron controlados.

Un ejemplo de los efectos del viento huracanado fue Artziniega, donde los tejados de varias viviendas volaron literalmente. A media noche las calles quedaron cubiertas de tejas, ramas, planchas y árboles caídos, incluida alguna chimenea, y una viga quedó incrustada en un edificio anexo. Por la mañana, la estampa era desoladora. Tejados dañados, muros caídos, un árbol que había volado contra la fachada del ayuntamiento, la cubierta del polideportivo levantada, daños en algunas empresas, pinares arrasados y medio centenar de vehículos dañados. El Consorcio de Compensación de Seguros abona daños a partir de vientos de 135 km/h, y en Artziniega se superaron los 140.