«Un prophéte» sí fue, con nueve Premios César, profeta en su tierra
Cumpliendo los pronósticos, «Un prophéte» fue anteayer, en la entrega de premios del cine francés, la gran protagonista, al alzar nueve de los trece César a los que optaba. Además del galardón a la mejor película, Audiard se alzó con el César al mejor director y el intérprete Tahar Rahim hizo doblete. Isabelle Adjani consiguió su quinto César.GARA | PARÍS
«Nadie es profeta en su tierra» dice el refrán. Que se lo digan a Jacques Audiard, cuya película «Un Prophéte» se alzó con nueve de las trece nominaciones a las que optaba en los premios César del cine francés, una más de las que logró hace cuatro años con su anterior filme, «De battre mon coeur s´est arrêté» -el record sigue estando en diez galardones, logrados por «Le dernier métro» y «Cyrano de Bergerac»-.
En una gala, según cuentan las crónicas, aburrida y cansina, «Un prophéte» cumplió las expectativas y fue protagonista absoluta de unos premios que tuvieron en Harrison Ford, quien se llevó un César Honorífico, a su mayor estrella.
La película de Audiard muestra el drama de un joven inmigrante en una cárcel francesa y la evolución del pobre delincuente que torna en hábil protagonista del crimen organizado. El filme, que ya fue premiado en el Festival de Cannes, optará al Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Tahar Rahim
Además del César a la Mejor Película, en la que venció a «A l´origine» de Xabier Giannoli, «Le concert» de Radu Mihaileanu, «Les herbes folles» de Alain Resnais, «Rap» de Lucas Belvaux y «Welcome» de Philippe Lioret; «Un prophéte» logró premios destacados como el que logró Jacques Audiard por su dirección, y el hasta ahora desconocido Tahar Rahim, que además de llevarse el Cesar al Mejor Actor repitió galardón en la categoría de Mejor Actor Revelación.
«Un prophéte», que ha logrado también el favor del público -en el Estado francés la han visto 1,2 millones de espectadores- engordó la lista con el Premio al Mejor Actor Secundario, para Niels Arestrup, y los referentes al Mejor Guión Original, a la Mejor Escenografía, la Mejor Fotografía y el Mejor Montaje.
En su regreso a la interpretación, la actriz Isabelle Adjani fue la otra protagonista de la velada, al alzar su quinto César por su trabajo en «La journée de la jupe», según ella «el papel más modesto de mi carrera, un filme más bien humilde». La película, de temática social, aborda las tensiones en la escuela pública entre alumnos y profesores en medio de un clima de violencia urbana juvenil.
Entre las películas menos agraciadas por el palmarés, destaca «A l´origine» de Xavier Gionnoli, que se llevó solamente un premio -para Emmanuelle Devos como mejor actriz de reparto-, tras estar nominada a once César. Uno más alzó el filme «Le Concert» de Radu Mihaileanu, los de Mejor Música y Mejor Sonido, narrando la historia de un director de orquesta en Rusia.
En una edición que se antojaba abrumadoramente `social' y alejada de los gustos del gran público, el octogenario Alain Resnair se fue de vacío, al no conseguir ningún premio su película «Les herbes folles».
El Premio César a la Mejor Película Extranjera fue a parar a manos del veterano director estadounidense Clint Eastwood, por su película «Gran Torino».
«Un prophéte», premiada en la pasada edición de Cannes, está nominada, tras triunfar en los Premios César del cine francés, al Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Mejor película: «Un prophéte».
Mejor actor: Tahar Rahim,
«Un prophéte».
Mejor actriz: Isabelle Adjani,
«La journée de la jupe».
Mejor director: Jacques Audiard, «Un prophéte».
Mejor película extranjera:
«Gran Torino».
Mejor actor secundario:
Niels Arestrup, «Un prophéte».
Mejor actriz secundaria: Emmanuelle Devos,
«A l´origine».
César honorífico:
Harrison Ford.
El máximo triunfador del evento, el director de cine Jacques Audiard, aprovechó la tribuna de agradecimientos para intervenir a favor de quienes trabajan sin documentos legales, sin residencia, pero que contribuyen a la riqueza del Estado francés.
El director galo es uno de los artistas que acaba de promocionar un corto de apenas tres minutos de duración en el que se denuncia esa situación social de miles de inmigrantes y aprovechó la presencia del ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, en el teatro, para pedir su intervención para resolver la cuestión.
GARA