El testimonio británico sobre la Guerra Carlista en Euskal Herria
Bajo el título de «Basque Sketches, ilustradores militares británicos en la primera Guerra Carlista», el Koldo Mitxelena de Donostia acoge una muestra compuesta por cerca de un centenar de documentos originales -acuarelas, litografías, narraciones- creados entre los años 1833-1840 por siete militares británicos venidos a luchar a Euskal Herria. Las imágenes muestran, en su mayoría, paisajes de Donostia y sus alrededores, así como escenas bélicas y cotidianas.
Ariane KAMIO | DONOSTIA
La primera Guerra Carlista fue la guerra civil que se desarrolló en Euskal Herria y en el Estado español entre los años 1833 y 1840 entre los partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón, conocidos como carlistas y partidarios de un régimen absolutista, y los de Isabel II. Estos últismos fueron denominados cristinos por apoyar a la regente María Cristina de Borbón, cuyo gobierno fue originalmente absolutista moderado, y acabó convirtiéndose en liberal para obtener el apoyo popular. El campo y las pequeñas ciudades de Euskal Herria apoyaron mayoritariamente al pretendiente Carlos debido a su tradicionalismo y gracias al apoyo que le dio el bajo clero local.
La implantación del sistema liberal en Europa fue un largo proceso en el que cada país llevó su ritmo y su propia evolución. Cuando esta guerra estalló en Euskal Herria y en el Estado español, Gran Bretaña ya la tenía consolidada y optó por apoyar la revolución liberal en la península con el envío de la Marina Real y tropas voluntarias.
En este contexto, varios militares británicos dejaron testimonio de sus experiencias en forma de acuarelas y litografías, ilustrando tanto sus experiencias bélicas como los paisajes y la vida cotidiana.
La exposición «Basque Sketches, ilustradores militares británicos en la primera Guerra Carlista», compuesta por cerca de un centenar de documentos originales, recoge un cuaderno de acuarelas inédito, varios álbumes de litografías de voluntarios liberales británicos y, por primera vez, las acuarelas del voluntario carlista Charles Henningsen.
Maddi Setién, comisaria de la muestra, la definió ayer como «una exposición de pequeño formato en cuanto que es una exposición pequeña, en un espacio pequeño, dominable y la dotación de recursos es muy mínima y sencilla. Sin embargo -prosiguió-, es una muestra muy rica en materiales originales. Bajo el título de «Basque Sketches», lo que mostramos aquí son 91 láminas y tres libros de siete autores, militares británicos que estuvieron en Euskal Herria y que nos dejaron sus dibujos a través de paisajes, escenas cotidianas, escenas de hechos bélicos...».
El objetivo de esta muestra, según explicó la comisaria, es «provocar al público la doble aproximación a la obra en un mismo espacio». «Por una parte, queremos impulsar la aproximación al material real que lo hemos expuesto en las vitrinas y, al mismo, tiempo, la aproximación del público a este material a través del punto de información virtual www.albumsiglo19mendea.net, donde se recoge todo el material de la muestra, además de muchos más elementos de interés», añadió.
Algunos autores
Esta exposición presenta las acuarelas, litografías y narraciones de siete militares británicos recogidos durante la primera Guerra Carlista. «Todos ellos vinieron a luchar a esta guerra y en esos seis años tuvimos el privilegio de que tan buenos ilustradores pasaran por Euskal Herria», dijo Mikel Alberdi, del Museo Zumalakarregi. «No creo que haya otro momento en el siglo XIX que se reúnan tan buenos y brillantes ilustradores a la hora de darnos una imagen de lo que era nuestro país en los años 30 del siglo XIX», afirmó.
El más conocido entre los voluntarios extranjeros fue Charles F. Henningsen, primer biógrafo de Tomás Zumalakarregi. Nació en Escocia en 1815 y se presentó voluntario ante los carlistas cuando tenía 19 años. Se incorporó a la caballería de Zumalakarregi, participó en numerosas batallas y estuvo presente en la firma del Convenio Elliot en 1835. Tras la muerte del general carlista, regresó a Gran Bretaña, donde publicó el libro «The most striking events of a welvemonth´s campaign with Zumalacarregui in Navarre and the Basque Provinces», con el que consiguió un éxito rotundo, hasta el punto que fue traducido al alemán, al francés, al italiano y al castellano. Entre los británicos generó mucha controversia, ya que ensalzaba la figura de Zumalakarregi y defendía los ideales carlistas. Lo que no era conocida, sin embargo, era su faceta de ilustrador descubierta recientemente y cuyos únicos ejemplos se pueden observar en las acuarelas pertenecientes al Museo Zumalakarregi que se muestran en el Koldo Mitxelena.
Una de las partes principales de la muestra está compuesta por un cuaderno de acuarelas de Richards Hornbrook, un marine del Ejército británico. Junto a sus creaciones, se exponen también algunas acuarelas que hizo su hijo Thomas. Éste también luchó en Euskal Herria con la legión británica, y ambos hicieron una serie de imágenes del país partiendo del cuaderno de dibujos que poseía el progenitor con una serie de acuarelas y estampas que ilustraban su experiencia. Thomas fue miembro de la Legión Auxiliar Británica y, años después, editó en Londres la colección de litografías titulada «Twelve Views in the Basque Provinces illustrating several of the actions in wich the British Legion was engaged with Carlist Trops». La mayoría corresponden a paisajes de Donostia y alrededores, ya que estos militares estuvieron principalmente en la capital guipuzcoana y en Pasaia.
Además de imágenes que muestran la realidad de la década de los 30 del siglo XIX, la exposición también recoge narraciones de otros militares que también participaron en la guerra. Es el caso de Henry Wilkinson, médico de la Legión Británica, que publicó en Londres en 1938 «Sketches of Scereny in the Basque Provinces of Spain», una narración de su experiencia por tierras vascas, acompañada de vistas de localidades e ilustraciones musicales con partituras de aires vascos y temas oídos entre las tropas. El mayor Charles Van Zeller, el coronel Ramsay, Sidney Crocker y Bligh Barker, son autores del resto de ilustraciones, de los que sólo se sabe que fueron militares que lucharon en la primera Guerra Carlista.
En Gipuzkoa, existen dos elementos que demuestran la presencia de los británicos en la Guerra Carlista; uno de ellos es el fuerte Lord John Hay, construido por ellos en Pasaia y, el otro, el Cementerio de los Ingleses, situado en el monte Urgull.
El más conocido entre los voluntarios extranjeros fue Charles F. Henningsen, primer biógrafo de Tomás Zumalakarregi, quien público el libro «The most striking events of a welvemonth´s campaign with Zumalacarregui in Navarre and the Basque Provinces».
La exposición también recoge una guía que prepararon las autoridades liberales para los militares británicos que contiene media docena de páginas con un diccionario trilingüe en euskara, castellano e inglés y que, teniendo en cuenta las pocas cosas que se editaban en euskara en aquella época, tiene gran importancia.