Conflictos olvidados por la hipocresía
Cada día mueren en el mundo miles de personas, víctimas de enfermedades olvidadas por los medios de comunicación o de conflictos que la comunidad internacional ha dejado fuera de sus «apretadas» agendas. En su gran mayoría, esas muertes podrían haberse evitado, según revela Médicos sin Fronteras en su edición anual del informe «Las diez crisis humanitarias más desatendidas», correspondiente a 2009. Esta organización internacional publicó este informe por primera vez en 1998 y desde entonces lo ha ido actualizando cada año, valiéndose de las informaciones que le facilita su propia labor asistencial.
La enfermedad, en el mundo desarrollado, es un negocio muy lucrativo. Sin embargo, los pacientes de las regiones del denominado Tercer Mundo, aunque son legión, no son rentables. Por eso es nula la inversión en investigación para nuevos tratamientos contra males como el chagas, el kala azar o la enfermedad del sueño, desconocidos para el mundo occidental. Por eso en otros casos, como el del sida o la tuberculosis, aunque existen remedios eficaces, no se realiza el esfuerzo suficiente para hacer retroceder el mortal impacto que supone en poblaciones debilitadas hasta la extenuación por la miseria y el hambre.
El informe, cuyo contenido publica hoy GARA en un extenso reportaje, pone de relieve la dimensión del egoísmo y la hipocresía que rigen el comportamiento de una comunidad internacional que no ha dudado en derrochar incontables recursos en vacunas de dudosa necesidad y eficacia contra la gripe A, mientras deja morir de hambre a cientos de miles de niños en el mundo: sólo en 2009, la desnutrición infantil acabó con la vida de 9.000 menores de 5 años cada día. Un oscuro paisaje que, sin embargo, todavía se torna más desolador en aquellos países sacudidos por la violencia discriminada contra la población civil. Conflictos olvidados como los de Pakistán, Sri Lanka, Afganistán, Somalia, Sudán o la República Democrática del Congo, entre otros.