El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, insistió ayer en presionar al Gobierno griego para que aplique reformas estructurales, y no sólo medidas a corto plazo, para sacar al país de su grave crisis financiera.

«Controlen su deuda o la deuda les controlará a ustedes», advirtió Rehn en rueda de prensa en Atenas, tras exigir que el Gobierno heleno aplique disposiciones adicionales a las ya anunciadas para reducir el déficit.

Rehn se encuentra en Atenas para vigilar y analizar con las autoridades griegas la estrategia para reducir el galopante déficit público contra el que el Gobierno ha lanzado un paquete de medidas de ahorro.

El comisario se reunió con el primer ministro Giorgos Papandreu, con los ministros de Finanzas, Economía y Trabajo, y con el gobernador del Banco Central. Pese al aviso, Olli Rehn aseguró que Grecia «logrará su meta» y destacó que «los mercados deberían recuperar su confianza en la economía griega».

Seguirá vigilando

Rehn anunció que la Unión Europea irá evaluando esas políticas y, si son efectivas, las apoyará. «Está en manos del Gobierno griego tomar la decisión sobre qué medidas va a adoptar», indicó. Según algunos medios de comunicación griegos, entre las medidas de ahorro que prevé adoptar el Ejecutivo del PASOK se contempla un aumento del IVA en un 2%, una subida del impuesto al consumo de bebidas, tabaco y carburantes, y nuevos recortes del gasto público. Rehn también «recomendó» que los partidos políticos y la sociedad civil respalden al Ejecutivo en su esfuerzo ahorrador.

Sin embargo, la clase trabajadora ha mostrado ya su rechazo a estos ajustes y a pagar las consecuencias de la crisis con una huelga general que el pasado 24 de febrero una huelga general paralizó al país. Además, el comisario comunitario recordó que la UE «tiene los medios para garantizar la estabilidad en la zona euro» en relación a quienes anuncian que los problemas griegos podrían extenderse a otros países que comparten la moneda única.

La canciller alemana, Angela Merkel, se sumó ayer a estas presiones y reclamó al Gobierno griego que asuma su tarea y cumpla con los compromisos adquiridos para reducir el déficit en cuatro puntos porcentuales este año para enviar así un mensaje de solidez y confianza a los mercados financieros.